La semana pasada Miguel Bosé sorprendió al mundo, al desfilar por la alfombra roja de la cinta Godzilla: rey de los monstruos en Los Ángeles, junto a sus hijos, Tadeo y Diego.
Durante mucho tiempo, el cantante español blindó su intimidad, sobre todo lo referente a exponer a sus hijos a las cámaras.
Nacho Palau, quien fue pareja de Bosé durante 26 años, rompió el silencio en medio de la demanda que sigue en curso, al ver las fotografías.
“No me ha gustado nada. Me da mucha pena ver así a los enanos, ver así a los tres, pero Miguel está acostumbrado, los niños no”, dijo en una entrevista.
“Tengo que ser prudente. No quiero hacer daño a nadie ni pretendo montar ningún circo con este tema tan serio porque no lo he hecho en mi vida. Solo quiero reivindicar mi situación que, cuando llega a un punto, ya todo te da igual”.
El pasado mes noviembre salió a la luz la batalla legal que el escultor mantiene con el cantante y hasta ahora ninguno de los dos había hecho declaraciones.
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“Me encantaría explicarme, pero no puedo. He estado con una persona pública, es una situación muy desigual. Solo me preocupa el sufrimiento de los niños”.
El cantante anunció en 2011 a través de las redes sociales que había sido padre de Diego y Tadeo. Dos años después contó que criaba dos niños más Ivo y Telmo, hijos de Nacho.
Nacho Palau espera que todo pueda arreglarse, en bien de la familia. La batalla legal podría provocar que uno de los dos pudiera quedarse con la guarda y custodia de los cuatro niños.
"Conozco ese riesgo, pero lucho para que los niños crezcan como hermanos ya que han vivido como tales desde su nacimiento. Es importante que sean hermanos iguales con plenos derechos legales", afirma el escultor.