La timidez en el amor

Cuando una persona empieza a enamorarse sin querer y sin poder evitarlo siente una pequeña timidez amorosa. Dependiendo de la personalidad de cada uno, esta timidez se puede ver acrecentada o normalizada.

Ser tímido puede ser un rasgo que defina a una persona en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, o quizá y de forma exclusiva únicamente en el amor. ¿Alguna vez te has sentido muy tímida cuando te has encontrado por la calle a esa persona que tanto te gusta y no has sabido ni qué decir? Pues, de esto mismo te estoy hablando.

La timidez con encanto

Este tipo de timidez puede resultar incluso seductora, y es que tiene encanto, puesto que sin darte cuenta estarás dando un poco de misterio en tu persona.

No es fácil saber ni conocer a las personas y parecerás inaccesible, lo que hace que la otra persona sienta más curiosidad, despertando el deseo.

Hay gente que piensa que la timidez es negativa, pero realmente tiene aspectos positivos en las personas como el saber callarse en los momentos que no son adecuados hablar, no hacer preguntas embarazosas, respetar la privacidad del otro, etc.

Un amor crece de forma ascendente, es decir, debe ir de menos a más. De igual modo que si eres tímida la persona que escoja quererte, labrará su amor al mismo tiempo que te conoce, de menos a más. Así, el amor se mantendrá fuerte.

¿Tímida de más?

Es cierto que la timidez puede ser positiva, pero también existen diferentes grados de timidez. Existen personas que se sienten tan indefensas y débiles, que ante un posible amor a la vista son capaces hasta de bloquearse y perder una bonita oportunidad por sentirse demasiado presionados.

Si esto te ocurre, te aconsejo que dejes de idealizar a la otra persona de inmediato porque es un ser como tú, una persona que tiene virtudes sí, pero también defectos. Nadie es perfecto así que no pienses que lo es y empieza a tener una relación de tú a tú.