Una mujer llamada Jo, de 35 años ha desarrollado cirrosis hepática después de beber tres botellas de vino todos los días y esto le ha provocado una gran acumulación de líquido en el vientre que la hace parecer embarazada y hace que las venas sobresalgan de su estómago.
Cada tres semanas Jo debe ir al hospital para que le drenen de su abdomen hasta 23 litros de líquido.
Cada vez que Jo sube a un ómnibus, la gente le cede el asiento y usualmente le preguntan cuando va a tener a su bebé. Pero el resultado de su enorme vientre no es más que producto del consumo excesivo de alcohol que ha dañado su hígado de tal forma que usualmente acumula en su abdomen una gran cantidad de fluido el cual debe drenar cada 20 días, en un proceso que puede tomar hasta 15 horas en cada visita al hospital.
La mujer fue víctima de la adicción al alcohol después de trabajar en un bar durante varios años, en donde estaba rodeada de bebidas. En los últimos cinco años, todo se le fue de las manos y terminó bebiendo tres litros de vino rosado por día.
Su cirrosis hepática ha causado el desarrollo de un efecto secundario llamado ascitis, que es la retención de líquidos que hacen que su estomago se hinche y sus venas se abulten dando la falsa impresión de que está embarazada.
El fluido contiene nutrientes y toxinas que el hígado normalmente procesaría.
Actualmente la mujer vive con su madre, y tiene prohibido tener en su poder dinero y tarjetas de crédito para evitar que vuelva a caer en la tentación.
Hoy por hoy, Jo dice estar sobria, pero el daño en su hígado es irreversible y su única esperanza es el trasplante de ese órgano, aunque los médicos no le garantizan que sea una solución 100% efectiva.