Casi la mitad de las especies de insectos, esenciales para los ecosistemas y la economía, están en declive en todo el mundo, señala un estudio, que advierte sobre su efecto potencialmente "catastrófico".
"La conclusión es clara: a menos que cambiemos la forma en que producimos nuestros alimentos, los insectos podrían extinguirse en unas pocas décadas", afirman los autores de este informe, que sintetiza las conclusiones de 73 estudios.
Actualmente, cerca de un tercio de las especies están amenazadas de extinción, "y cada año se añade un 1% más a la lista", calcularon Francisco Sánchez-Bayo y Kris Wyckhuys, de las universidades australianas de Sídney y Queensland.
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Esto equivale al "episodio de extinción más masivo" desde que desaparecieron los dinosaurios, apuntan.
"La proporción de especies de insectos en declive (41%) es dos veces mayor que la de los vertebrados y el ritmo de extinción de las especies locales (10%) es ocho veces mayor", señalan ambos expertos.
Cuando hablamos de pérdida de biodiversidad pensamos a menudo en los animales grandes. Sin embargo, los insectos son "de vital importancia para los ecosistemas globales".
"Una circunstancia de este tipo no puede ser ignorada y debería empujarnos a actuar para evitar un colapso catastrófico de los ecosistemas naturales", señalan estos científicos, cuyas conclusiones serán publicadas en la revista Biological Conservation.
Entre las razones de este declive, los investigadores australianos señalan la alteración de su hábitat y el uso de pesticidas sintéticos, que hacen parte de la agricultura intensiva desarrollada en el mundo en los últimos 60 años.
El estudio se basa particularmente en los casos de Europa y Estados Unidos, donde se dispone de un seguimiento más regular. "Pero dado que estos factores se aplican a todos los países del mundo, las consecuencias deberían ser las mismas en los países tropicales y en desarrollo", consideran.
Además de esto, hay también explicaciones patógenas -especies invasoras- y, por último, el cambio climático.