Un nuevo repelente para mosquitos fue desarrollado a partir de compuestos químicos obtenidos de la piel humana, señala un artículo de la American Chemical Society.
La sustancia, que pudiera evitar la propagación de plagas, posee una estructura molecular similar a la de algunos medicamentos y entre otros elementos químicos incluye metilpiperazina.
Los científicos explican que el compuesto bloquea el sentido del olfato en los mosquitos y su habilidad para localizar las presas, lo cual permite a los humanos permanecer «invisibles» ante esos insectos, transmisores de enfermedades mortales como la malaria.
Este repelente natural fue aplicado en las manos de un individuo, que luego colocaron dentro de una urna repleta de mosquitos.
El experimento mostró, tras un tiempo prudencial, que los bichos solo se colocaron en la pared frontal, incapaces de reconocer las extremidades de la persona.
La sustancia hace que los mosquitos no detecten olores y fue descrita como anosmia o hiposmia, según el autor principal del estudio, Ulrich Bernier, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
