Consejos para conseguir una buena alimentación en tus hijos

A veces en la alimentación de los hijos pasamos la mano porque «por un día no pasa nada», y es cierto. Pero se debe tener en cuenta algunos aspectos clave para que la alimentación y nutrición de los pequeños de la casa vaya por buen camino.

Resulta imprescindible que como padres cobremos conciencia de la importancia que tiene el que nuestros hijos coman de forma equilibrada desde que nacen para evitar riesgos o problemas en su salud futura.

Para ello las prisas diarias, los malos hábitos o la falta de conocimiento no deben ser excusa, así que como padres deberemos encaminar la alimentación de los pequeños para evitar posibles obesidades infantiles o diferentes problemas derivados de unos malos hábitos alimenticios.

Tamaño de las raciones

Para que tu hijo coma adecuadamente debes olvidarte de darle siempre «de más» por si se queda con hambre. Deberás tener en cuenta la altura, el peso, el sexo y la actividad física diaria para adecuar las raciones de alimento.

Olvídate de intentar que coma el mismo plato que comería un adulto, porque como puedes suponer, no es algo coherente ni razonable.

Menos sal

El consumo de sal debe ser reducida para evitar hipertensión entre otros malestares. Este sodio se encuentra oculta en muchísimos alimentos y por eso se debe controlar el consumo, un consejo es sazonar el alimento con especias.

Cinco comidas al día

Sabemos que deben ser cinco comidas al día para comer equilibrado y que el cuerpo no pase necesidad, pero, ¿realmente lo llevamos a cabo? Porque es muy importante que sean cinco y no se debe saltar ninguna.

Los niños deben desayunar antes de salir de la casa, no pasar la merienda por alto y ni mucho menos irse a la cama con poca cena o sólo un vaso de leche. Da prioridad a todas las comidas del día, porque todas son igual de importantes.

Fruta

Al medio día después de la comida es bueno dejar un hueco para el postre e introducir fruta, puede ser en fruta, el yogur… intenta que no tenga azúcares añadidos. En la merienda también puede ser un buen momento para introducir la fruta.

Agua

Ni refrescos ni zumos para comer diariamente, el agua debe ser siempre la bebida protagonista. Los refrescos, las gaseosas, los zumos y demás únicamente deben tomarse en ocasiones especiales.

No picar entre horas

Picar entre horas debe ser algo desterrado tanto en la dieta de los niños como en la de los adultos. El picoteo es el causante mayoritario del sobrepeso y de la obesidad puesto que se ingieren más calorías de las que realmente se necesitan.

Comer sin hambre o comer comida con poco aporte nutricional no debe ser una opción. Si tu hijo quiere calmar el apetito dale trocitos de fruta, frutos secos, verdura, tomates pequeños… ¡siempre saludable!

Para que tus hijos sean buenos comedores, tú también deberás serlo. Así que enséñales a comer bien, a comer de todo y ¡hazlo tú primero!