Un estudio publicado por la revista Science muestra que la luna se originó por una colisión entre la tierra y otro cuerpo de tamaño similar a la tierra llamado Theia.
La mayoría de los modelos teóricos de esta colisión implicaban una porción mayor de Theia en la Luna que en la Tierra. La colisión originó gran cantidad de residuos alrededor de la Tierra. Estos residuos se fueron uniendo hasta da forma a la luna.
En este trabajo se han medido la cantidad de isótopos de varios elementos, como oxígeno, titanio o silicio.
En el Sistema Solar la presencia de isótopos en los diferentes cuerpos que lo forma es heterogénea, de ello se deduce que los isótopos presentes en la luna y en la Tierra deben ser diferentes. A pesar de ello, los intentos por conseguir identificar la composición isotópica de Theia en las rocas lunares habían fracasado debido a las similitudes entre la Tierra y la Luna.
Los investigadores analizaron rocas lunares traídas por astronautas de las misiones Apolo 11, 12 y 16, unas muestras más nuevas proporcionadas por la NASA, y rocas terrestres. Utilizaron técnicas más novedosas, para comparar las proporciones de dos isótopos de oxígeno. Y descubrieron que tenían niveles más altos de isótopos de oxígeno que las rocas terrestres analizadas.
Este descubrimiento puede ser la clave para asegurar que la colisión se produjo y además también muestra la composición geoquímica de Theia. El estudio muestra que sería posible que la Luna estuviera compuesta en un 50% por materiales de Theia y la otra mitad por materiales de esa ‘Tierra primitiva’.