Nueva York, 12 sep (EFE).- La cantante Rihanna cerró hoy la Semana de la Moda de Nueva York con un espectáculo, más que un desfile, en el que deslumbró con una original y sensual propuesta de su firma de ropa interior, Savage X Fenty, ideada para mujeres de todas las tallas.
El evento se celebró en un edificio industrial del distrito neoyorquino de Brooklyn, a donde no se suele trasladar la Fashion Week de la Gran Manzana, y estuvo protagonizado por más profesionales de la danza que modelos.
A todas luces, la artista de Barbados quiso celebrar la diversidad del género femenino poniendo a desfilar a mujeres de todas las razas y mezclando a supermodelos de la talla de Gigi y Bella Hadid con jóvenes de talla grande y chicas en avanzado estado de gestación.
El desfile comenzó en una confusa oscuridad, pero con el paso de los minutos, la luz empezó a apoderarse del escenario, que resultó ser una suerte de oasis repleto de plantas, flores y fuentes alrededor de una estructura metálica en forma de cúpula.
Durante el espectáculo, las modelos, en su mayoría de curvas voluptuosas y cuerpos musculosos, mostraban las piezas a la vez protagonizaban una singular coreografía coordinada, lenta al inicio y con brotes enérgicos hacia el final.
Entre los diseños, destacó el uso del marrón café, el rosa empolvado, un gris azulado y el negro clásico, mientras que en los diseños predominó el "bralette" y los sujetadores sin copa dura, y la braguita brasileña de talle alto.
Por otra parte, el desfile del estadounidense Marc Jacobs destacó por su retraso de una hora y media, que llevó a especulaciones en las redes sociales de que el modisto, que otros años ha cerrado la Semana de la Moda de Nueva York, trataba de ensombrecer el "show" de Rihanna, que esta vez le arrebató el honor a última hora.
Jacobs sacó a la pasarela enormes volantes y flores de tela en cuellos de camisa y vestidos, suaves colores pastel que combinó con otros más atrevidos, y pequeños sombreros combinados con redes para cubrir el rostro sobre cabellos teñidos en colores pastel.
El rosa en varios tonos, el verde y el amarillo fueron los colores que más se vieron en el polémico desfile, aunque los neutros, como el gris, el blanco y el negro, también jugaron un papel importante.
Destacaron los voluminosos vestidos cortos del modisto, con volantes que dominaban por completo la prenda, ya fuera a la altura del cuello, en la cintura, o en los bajos de la prenda.
En ocasiones, estos volantes se combinaban también con grandes flores en las solapas de los vestidos, en los cinturones o atadas al cuello de las modelos a modo gargantilla.
También tuvieron cierto protagonismo, aunque menor, los pantalones crop de talle alto en telas metalizadas, un acabado que también utilizó para medias combinadas con llamativos vestidos, faldas y pantalones.
Mientras, el también estadounidense Michael Kors presentó una joven y colorida propuesta primavera verano 2019 con una marcada influencia de la cultura del surf.
El modisto estadounidense mostró vestidos, faldas y pantalones en verde lima, amarillo limón y rosa fucsia con un predominio de los estampados de flores, que complementó con pamelas onduladas de playa, sandalias de plataforma y bolsos de rafia.
Destacó también el uso del punto en faldas y vestidos de largo midi, así como en jerséis grandes y amplios, pero sobre todo en gorros de crochet de fuertes colores que daban un toque de la década de los 90 a los looks de Kors.
En su desfile participaron supermodelos como Gigi y Bella Hadid, Mayowa Nichols, Joan Smalls y la conocida maniquí de talla grande Ashley Graham, que hasta ahora no había desfilado en la Semana de la Moda de Nueva York.
Asistieron al show Nicole Kidman, Catherine Zeta-Jones y su hija Carys Zeta Douglas, Iman, Rose Byrne, y la comediante del momento Tifanny Haddish.