Si algo tiene Kim Kardashian es idea de negocio. Su imperio crece cada día pero ella, lejos de conformarse, no deja de pensar en su próximo paso empresarial. Entretanto, la cifra de sus seguidores continúa ascendiendo sin parar.
Kim Kardashian es una empresaria de éxito y es imparable. La segunda hermana mayor del clan, tiene su propia linea de cosméticos, su App para smartphones, un programa de televisión, etc. Pero ella sigue buscando nuevas vías de negocio y parece haber encontrado un nuevo sector que explotar: la muerte.
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La última ocurrencia de la reina del clan Kardashian es, ni más ni menos, que una línea de maquillaje para muertos. Durante el último programa emitido en Estados Unidos de «Keeping up with the Kardashians», Kim Kardashian reconocía su obsesión por la muerte. La modelo y empresaria está interesada por conocer los secretos de la cosmética mortuoria.
En un intento de poner a prueba sus habilidades para embellecer cadáveres, utilizó a su madre, Kris Jenner, para practicar. «Siempre está intentando algo nuevo, pero ser una empresaria de pompas fúnebres es… interesante», bromeaba Jenner, y añadía: «¿Quién podía imaginar que su amor por el maquillaje la llevaría hasta aquí?». «Estás espeluznante», comentó la influencer, satisfecha tras acabar de prepararla.
Después de la escena con su madre, Kim Kardashian estaba tan convencida de que ese negocio pudiera ir bien, que se dirigió a hablar con profesionales. «Me muero por conocer todos los trucos del oficio, como el corrector que usáis», les decía.
Aunque aún no se ha lanzado a probar lo aprendido con un cliente de verdad, Kim Kardashian no ha perdido la oportunidad de compartir con su amigo y maquillador Mario Dedivanovic su experiencia. Ambos bromearon sobre la nueva idea de la influencer, y comentaron que no era un producto muy atractivo para Instagram.
El resultado final le encantó a Kim, lo que la animó a ir a hablar con profesionales del sector para aprender algunos trucos. Y hasta terminó hablando con su amigo y maquillador Mario Dedivanovic, con quien pensó en abrir una empresa del imperio Kardashian que se dedique a “embellecer la muerte”.