Cualquier padre sabe que un segundo de distracción con sus hijos puede conllevar muchas consecuencias, algunas graciosas.
Dice un frase que los niños traviesos son los más felices y puede que sea cierto, sin embargo, en ocasiones sus diabluras pueden causar consecuencias.
Aunque la crianza es complicada desde el inicio, hay etapas en la que se torna más difícil. Muchas madres concuerdan que la etapa comprendida entre 3 y 6 años es la más compleja, incluso es llamada 'la primera adolescencia' ya que los pequeños comienzan a dar muestras de independencia.
Los niños se vuelven rebeldes y se dedican a explorar e intentar hacer las cosas por sus propios medios. Por esta razón es que las madres se pasan todo el día vigilando de cerca, corriendo tras ellos y quitándoles cosas de las manos y la boca.
Recientemente, la revista The New England Journal of Medicine publicó el caso de un niño indio de cuatro años que cuando tosía, se escuchaba un sonido muy particular, como un silbido muy agudo que salía de su interior.
Preocupado por esto, los padres decidieron llevarlo a un otorrinolaringólogo y fue allí donde los médicos se dieron cuenta de la insólita situación.
Una radiografía del pecho del pequeño permitió observar que el pulmón izquierdo estaba hiperinsuflado, lo que puede ser efecto de una obstrucción de las vías respiratorias.
Inmediatamente los especialistas decidieron practicarle una broncoscopia -que consiste en insertar un dispositivo delgado a través de la garganta- con la que pudieron remover el objeto que causaba los males del niño: un silbato.
De acuerdo con declaraciones de la madre, el niño se lo había tragado por accidente cuando jugaba con el, destaco Excelsior.
Afortunadamente, al día siguiente de la intervensión, las nuevas placas de rayos X mostraron que el pulmón afectado se había desinflamado y que la tos del niño había vuelto a la normalidad.