Desde hace algún tiempo circula en Internet un texto sobre el supuesto origen de esta caricatura, donde los protagonistas resultan ser bebés muertos.
Las palabras Angélica y Rugrats son características de la infancia de muchos, debido a un texto que circula por la red, del que se desconoce su autenticidad, pero que narra la «verdadera historia» de esta caricatura, que desde hace 20 años se transmite por Nickelodeon. Hasta ahora, el texto se ha copiado y pegado en tantos sitios, que no se sabe en cuál se publicó primero, pero ha resultado traumático para muchos fans de la caricatura.
Según la información, la protagonista es Angélica, quien realmente existió, y los bebés son producto de su imaginación debido a la poca atención de sus padres. Su mejor amiga Suzy (también personaje en la serie) se convirtió en psicóloga y vendió la historia a Nickelodeon.
Supuestamente, los bebés eran de varias parejas en un mismo barrio que no lograron vivir. Angélica no los conoció, por lo que en su mente hizo una imagen de cada uno. Carlitos murió junto con su madre al nacer, por lo que Angélica lo imagina como su padre. Tommy nació muerto, por eso lo ve como un feto que no terminó de crecer, y el papá vive haciendo juguetes: para su hijo que no nació.
La mamá de Phily y Lily en realidad iba a tener un hijo, pero tuvo un aborto. Como Angélica no sabía el sexo del bebé, imaginó niño y niña. En los Rugrats Crecidos, Angélica se vuelve esquizofrénica y bipolar, haciéndose adicta a los narcóticos. En la vida real, perdió la razón y pasó sus últimos días en la parte trasera de una cafetería escolar, imaginando amigos y jugando con sus vidas, hasta que murió el 5 de marzo de 1994.
