Para que un beso apasionado, también conocido como beso francés, sea un buen beso, de esos inolvidables y que nos ponen los pelos de punta, debemos estar relajadas y tranquilas para poder disfrutarlo, sobre todo si es la primera vez.
En un beso tímido, la ansiedad y los nervios quizás pasan, pero si queremos dar un beso apasionado seguro nos van a jugar a contra: lenguas descoordinadas, choques de narices… ¡seguro no quieren eso!
Para dar un beso apasionado perfecto, como el de las películas románticas, trata de poner toda tu atención en el buen momento que estás disfrutando con tu compañero y simplemente déjate llevar por la atracción y el deseo; el apasionado beso llegará como consecuencia.
Tips para dar un buen beso
Posición de los rostros
Inmediatamente antes de besarse, uno de los dos debe inclinar un poco su rostro hacia un lado. De esta forma, sus labios se encontrarán en el punto justo para fundirse cómodamente en un beso. Esto es muy importante también para que sus narices no colisionen.
Sus cabezas pueden permanecer en la misma posición, o moverlas siguiendo el ritmo de los besos; lo importante es que uno tenga el rostro apenas más inclinado que el otro para no chocar.
Abrir la boca
Cuando van a besarse, separa tus labios y abre un poco tu boca para que la lengua de tu hombre pueda entrar y la tuya pueda entrar a la boca de él. El encuentro de las lenguas es la base de un beso francés.
Cuando las lenguas se han encontrado es que se viene lo interesante. Recuerda mantener tu lengua siempre en movimiento alrededor de la punta de la lengua de tu chico. Debe ser un movimiento suave, sutil y ¡sin usar demasiada saliva!
Lo mejor es comenzar siguiendo el ritmo y acompasando los movimientos de su lengua para luego tomar confianza y sorprenderlo tú con algo diferente para hacerlo más excitante. Uno de los secretos para besar mejor es practicar, así que siéntete libre de experimentar técnicas y «juegos» mientras se están besando. Simplemente recuerda no dejar tu lengua inmóvil.
¿Qué hacer con las manos al besar?
Mientras sus lenguas y sus labios hacen los suyo, ¿qué hacemos con nuestras manos? Lo ideal es colocar una de tus manos en la mejilla o en el cuello de tu compañero para estar más cerca, aumentar la intimidad entre ambos y darle más intensidad al beso.
Otros sitios para posar tus manos pueden ser su cintura y su espalda, sobre todo si la idea es pasar al siguiente nivel… Ahora que ya están bien situados, solo hay que permitir que la química entre ambos deje fluir las cosas.