El novio ha querido que su madre tenga, en cierto modo, un protagonismo especial en su gran día, por eso no han faltado los homenajes en forma de pequeños detalles.
Desde que se anunció el compromiso oficial del príncipe Enrique y Meghan Markle, el hijo pequeño de Diana de Gales tenía claro que el recuerdo de su madre iba a estar muy presente en su boda. Han pasado casi veintiún años desde que nos dejó, pero tanto él como su hermano, el duque de Cambridge, la recuerdan cada día y es por eso por lo que en un día tan especial no podían faltar los homenajes a la Princesa. Uno de los más importantes ha tenido lugar durante la ceremonia. Lady Jane Fellowes, hermana de Diana, ha conseguido que su hermana esté más viva que nunca al realizar una de las lecturas del servicio religioso.
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La elección del texto tampoco se ha dejado al azar. La tía del príncipe Harry ha leído un fragmento del libro del Cantar de los Cantares de Salomón (Song of Solomon) que habla de la fuerza y del poder del amor. "El amor es fuerte como la muerte, pasión feroz como la tumba. Sus flashes son flashes de fuego, una llama furiosa. Muchas aguas no pueden apagar el amor, tampoco las inundaciones pueden hundirlo", es una de las frases que ha pronunciado Lady Jane Fellowes en representación de toda la familia Spencer.
Cerca de ella, los otros hermanos de Diana de Gales, Charles y Lady Sarah, han seguido con atención y emoción las significativas palabras pronunciadas en el interior de la capilla de San Jorge, un escenario decorado para la ocasión con un detalle con el que también se pretendía homenajear a la Princesa. Las rosas blancas, las preferidas de la madre de Enrique, destacaban del resto de la ornamentación floral que engalanaba el lugar a modo de clara representación de su esencia.
Por si fuera poco, el ramo nupcial de Meghan estaba compuesto por nomeolvides, en clara referencia a Diana, así como por otras flores elegidas y cortadas personalmente por Harry del jardín privado de Kensington. No han sido los únicos tributos a la fallecida Princesa. Curiosamente, el asiento situado delante de la reina Isabel II y al lado del duque de Cambridge ha quedado vacío, lo que muchos han interpretado como una suerte de homenaje a la madre de Harry.
En la celebración no podía faltar uno de los temas que más claramente homenajean a la madre de Enrique. Se trata del himno Guide Me, O Thou Great Redeemer, que ya sonó en la boda de los duques de Cambridge y, sobre todo, en el funeral de Diana de Gales, al que acudió el cantante Elton John, que este sábado no ha querido perderse el enlace de Harry. Sin duda, uno de los más sentidos y bonitos homenajes que sirve de perfecto nexo de unión entre Diana de Gales y sus dos hijos. Ese momento, mientras se escuchaban las inspiradoras estrofas del himno, el novio no ha podido evitar emocionarse al recordar a su madre.
Lady Jane Fellowes gives a reading from the Song of Solomon #RoyalWedding pic.twitter.com/SQSj692LGT
— Kensington Palace (@KensingtonRoyal) May 19, 2018
"Serían como uña y carne, sin duda. Creo que probablemente serían las mejores amigas", llegó a comentar el novio durante la primera entrevista que concedió junto a Meghan tras el anuncio de su compromiso. Ya entonces, el recuerdo de Diana de Gales estaba muy presente, pues el posado oficial se llevó a cabo en el conocido como Jardín Blanco, en el Palacio de Kensington, un parterre que se plantó en su día en memoria de la Princesa, fallecida en un trágico accidente de tráfico el 31 de agosto de 1997.
En aquel momento, Meghan lució su anillo de compromiso, una joya diseñada personalmente por Enrique que contenía diamantes de la colección de su madre, otro guiño especial. "Queríamos asegurarnos que nos acompaña en este loco viaje juntos", señalaron entonces. Con este gesto, el Príncipe siguió el mismo camino que ya había emprendido su hermano siete años antes. En abril de 2011 fue el duque de Cambridge quien recurrió a una pieza del joyero de Diana, la de su compromiso con el príncipe de Gales, para proponerle matrimonio a la duquesa de Cambridge. Cabe recordar que en aquella ocasión la memoria de la Princesa estuvo también muy presente. La primera composición musical de la ceremonia fue precisamente Guide Me, O Thou Great Redeemer. Además, los duques de Cambridge eligieron para su enlace al fotógrafo favorito de Diana: el peruano Mario Testino.
Este sábado, como aquel 29 de abril de 2011, el recuerdo a la Princesa ha estado más vivo que nunca. La emoción ha embargado a los asistentes, en especial a Enrique, que, como ya comentó en su primera entrevista con Meghan Markle el pasado mes de noviembre, ha vuelto a echar de menos a su madre en este acontecimiento tan especial. "Estoy seguro de que está con nosotros, ya sabes, en la luna saltando de emoción por mí".