LONDRES (AP) — La interrogante sobre si el padre de Meghan Markle llevará a su hija al altar para casarse con el príncipe Enrique o siquiera asistirá a la boda persistieron el miércoles, cuando representantes reales guardaron silencio sobre posibles cambios al programa.
La oficina de prensa del príncipe Enrique rechazó hacer comentarios sobre un reporte de un cibersitio de farándula de que Thomas Markle, de 73 años, debía someterse a un procedimiento cardiaco y no estaría lo suficientemente bien para viajar a Inglaterra.
La incertidumbre sobre su estado de salud y su asistencia a la boda este sábado deriva de comentarios que según TMZ el padre de la novia hizo de manera exclusiva para el sitio. Su condición no ha sido confirmada independientemente.
Thomas Markle, un director de fotografía de Hollywood retirado que vive en México, dijo a TMZ que el miércoles por la mañana recibiría un stent y otro tratamiento para arterias coronarias bloqueadas.
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La colocación de un stent realizada fuera de emergencia por lo general no requiere de largas hospitalizaciones, pero la guía de recuperación descartaría un viaje largo a Inglaterra tras la cirugía coronaria.
Los padres de Markle se divorciaron cuando ella era una niña. Su madre, Doria Ragland, está viajando de Los Ángeles a Inglaterra para la boda y tiene previsto ir con ella a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor para la ceremonia.
Ragland visitará a la reina Isabel II, el príncipe Carlos, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina y otros miembros de la futura familia de su hija. Thomas Markle también iba a hacer lo mismo.
El palacio no ha anunciado un plan alternativo para el papel de Thomas Markle, quien iba a acompañar a su hija hasta el altar. Se espera que haga un anuncio oficial si se confirma que no viajará a Gran Bretaña para la boda.
Algunos parientes lejanos de Meghan Markle han llegado a Gran Bretaña aunque no fueron invitados.
Las preocupaciones por la salud de Thomas Markle opacaron el miércoles el anuncio de las damas de honor y los pajecitos. La lista incluye a los dos hijos mayores de Guillermo y Catalina: el príncipe Jorge, de 4 años, y la princesa Carlota, de 3. Ambos repetirán los papeles que desempeñaron en la boda de la hermana de Catalina, Pippa Middleton, el año pasado.
Las otras damas de honor son las ahijadas de Enrique, Zalie Warren, de 2 años, y Florence van Cutsem, de 3, y las ahijadas de Markle Remi y Rylan Litt, de 6 y 7 años respectivamente, y Ivy Mulroney, de 4 años.
Además de Jorge, serán pajecitos el ahijado de Enrique Jasper Dyer, de 6 años, y los mellizos Brian y John Mulroney, de 7.
Los tres hermanos Mulroney son hijos de la amiga íntima de Markle, la estilista Jessica Mulroney, y nietos del ex primer ministro canadiense Brian Mulroney.
Algunos admiradores devotos de Enrique y Markle ya se están congregando en puntos con vista privilegiada afuera de los imponentes muros del Castillo de Windsor, aun cuando faltan tres días para la boda.
Unos pocos portaban carteles con buenos deseos para la pareja, y otros banderas estadounidenses en honor a las raíces de Markle.
Oficiales de Windsor han advertido al público que se esperan grandes multitudes en la ciudad el sábado. Muchas calles serán cerradas y se implementarán procesos de seguridad adicionales.
