¿Cuánto pagarías por una cartera? ¿US$150, US$750 o, tal vez, hasta US$1,000?
¿Qué pensarías de desembolsar más de US$380,000 por una sola cartera, una que es además de segunda mano?
Por ese dinero podrías comprar una casa promedio en cualquier país industrializado y hasta un apartamento de lujo en muchos otros lugares.
Sin embargo, alguien sorpresivamente pagó esa cantidad por un raro modelo Birkin Himalaya de 2014, una cartera de mano en blanco mate de la casa francesa de moda Hermès.
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Fue confeccionada con cuero de cocodrilo del Nilo y adornada con detalles en oro blanco de 18 quilates y diamantes incrustados.
Aunque US$380,000 es un precio record para este santo grial de los bolsos, es apenas una gota en el océano cuando se trata del creciente mercado de compra y venta de este tipo de complementos de lujo de segunda mano.
Mucho ha llovido en el mundo de las carteras exclusivas desde los días en los que la princesa Grace de Mónaco utilizara el pequeño maletín de Hermès para ocultar su embarazo de los paparazzi. Posteriormente, el accesorio fue bautizado como el "bolso Kelly" en honor al nombre de la estrella de Hollywood.
Son muchas las celebridades que lucen este modelo de cartera, entre otras las personalidades de TV Kim Kardashian y su madre Kris Jenner.
No obstante, estos bolsos no son simples frivolidades.
La casa de subastas Christie's dice que el mercado global de carteras de lujo de segunda mano ha crecido de unos US$7,5 millones, en 2011, a casi US$36 millones en 2016.
Por su parte, Heritage Auctions (la casa más grande del mundo de subastas de artículos coleccionables) cree que el mercado mundial de subastas de artículos usados está entre US$75 millones y US$100 millones "y va en aumento".
En términos de inversión, estos bienes pueden darle a tu dinero un inmenso rendimiento.
El banco de inversión Jefferies estima que algunas carteras pueden generar dividendos de más o menos 30% al año.
Las carteras producidas por Hermès son las más cotizadas.
Rachel Koffsky, especialista en carteras y accesorios de Christie's, dice que las piezas de esta legendaria casa francesa "han sido confeccionadas de la misma manera y con los mismos materiales durante décadas, mientras que otras marcas han sido inconsistentes durante los últimos 100 años".
Añade que las tres carteras más reconocidas —la Kelly, la Birkin, hecha para la cantante y actriz Jane Birkin, y la Constance, llamada así por la quinta hija de la diseñadora de Hermès Catherine Chaillet— "se han mantenido virtualmente inalteradas desde que fueron diseñadas".
Sin embargo, Jefferies señala: "Entre los últimos 10 a 20 años, las marcas de lujo han aumentado más y más los precios de sus carteras y están usando más materiales de alta calidad, de manera que la futura franja alta del mercado no va a estar tan dominada por Hermès".
Heritage Auctions comenta que, así como las Hermès, las icónicas carteras con tapa de Chanel "siempre ha sido favoritas de los paparazzi para fotografiarlas colgadas del hombro de las celebridades más famosas del mundo".
Koffsky añade que, en los años 90, dos diseñadores en particular fueron responsables de abrir paso a la "era de la cartera de moda": Tom Ford, entonces en Gucci, y Marc Jacobs, entonces en Louis Vuitton.
Ellos, junto con los personajes de la serie de TV Sex and the City ("Sexo en Nueva York"), "popularizaron las carteras coleccionables".
Eso significa también que el tradicionalmente intimidante mundo de las casas de subastas se está abriendo a un tipo diferente de clientela.
Koffsky dice: "Las carteras tienen un atractivo muy amplio y pertenecen a una categoría con la que la mayoría de los consumidores se sienten más cómodos que con la compra de un apartamento tradicional o hasta el arte decorativo".
Jefferies afirma que las carteras son "la categoría más accesible" en Christie's y que el 40% de los 712 compradores de estas piezas son clientes nuevos para la casa de subastas.
Heritage Auctions asegura que no hay un comprador típico. Hay desde quien quiere añadir una pieza más su colección de carteras hasta quien quiere empezar una.
Muchas veces, los compradores se vuelven vendedores y viceversa, indica Koffsky.
"En el rango más alto de espectro, tenemos coleccionistas que consideran que sus carteras son sus bienes más preciados. Al otro extremo, tenemos a los jóvenes y conocedores compradores que buscan una pieza clásica que se destaque entre las tendencias actuales y que muchas veces cuesta significativamente menos que en la tienda", dice la especialista de Christie's.
"Posiblemente sea la primera vez que compran en una subasta".
No obstante, mientras los bolsos han atraído nueva clientela, no es un mundo que está abierto a todos.
Una nueva cartera Kelly o Birkin puede costar más de US$10,000 cada una, si es que puedes conseguir una —hay listas de espera de meses, incluso años, para hacerse con un modelo de estos—, mientras que una clásica mini cartera con tapa de Chanel cuesta US$3,300.
En ese sentido, puede que un comprador de una cartera de segunda mano consiga una ganga, pero estos accesorios no están al alcance de todos.
Flavio Cereda, un analista de Jefferies, expresa que Hong Kong se ha convertido en el lugar donde se concentran las carteras exclusivas.
Recientemente, Forbes informó que la riqueza combinada de los multimillonarios de Hong Kong se disparó de US$60,000 millones a US$307,000 millones el año pasado, el mayor crecimiento de la lista de los 50 en Asia de la revista económica.
Christie's comentó que el 46% de sus ventas en subasta de carteras de lujo en 2017 tuvieron lugar en Asia, el 30% en EE.UU. y el 24% restante se registró en Europa, Medio Oriente y África.
No es una coincidencia que esas dos raras carteras Birkin Himalaya fueron subastadas en Hong Kong.
Son el tipo de pieza que constituye una buena inversión, afirma Koffsky.
"Para un retorno positivo de una inversión, se destacan las piezas numeradas de edición limitada, pues fueron creadas en pequeñas cantidades", explica.
"Cuanto menos existan en el mercado de segunda mano, más querrá un coleccionista pagar por una de ellas".