Relato: Historia de una mamá orgullosa de su hijo con Síndrome de Down

Una madre de Texas, que mantiene un blog de internet llamado: Define Crazy: Balancing my role as mother, wife, teacher and rebel (Definiendo la locura: Balanceando mi vida como madre, esposa, profesora y rebelde), fue ofendida cuando un desconocido le escribió un comentario sobre unas fotos que subió a su cuenta de Instagram y a su blog, de su pequeño hijo que padece de Síndrome de Down, Quinn, de manera sonriente y contento. El comentario fue una simple pero dura palabra: «Feo».

Megan Mennes, la joven madre originaria de Texas que se sintió ofendida con este comentario, hizo una carta abierta al sujeto que atrevió a decir esa palabra sobre su hijo con su condición especial. La carta es muy clara y da un gran ejemplo sobre la inconciencia colectiva que puede dar la «libertad de expresión» que existen en las redes sociales, sin asumir las consecuencias de las palabras.
Esta es la carta:

Querido @JusesCrustHD,

Desde que comencé a bloguear sobre mi hijo Quinn y su discapacidad, supe que este día llegaría. No escasean las burlas en internet que se esconden detrás del anonimato de la pantalla con la intención de ser crueles, y he visto su hostilidad en muchas ocasiones. De hecho, ante el hecho de un robo en la oficina central de la Asociación de Síndrome de Down de Houston, en la cual se robaron $10000 en equipos de tecnología, no faltaron los comentarios ignorantes en la noticia que reportaba el suceso. Un usuario dijo «¿Ahora cómo aprenderán a contar papas?» Otro exclamó que desperdiciar computadoras en «retrasados» era una estupidez de todas maneras y que la fundación se merecía ese robo. Estos comentarios, además de ofensivos, simplemente alimentan los comentarios llenos de odio de la gente ignorante, que no se merecen mi tiempo. Yo hago una mueca cuando los leo, pero sé que no se puede hacer mucho al respecto de esa estupidez. Pero el sábado pasado, tú te dirigiste personalmente a mi hijo y en vez de enojarme, me gustaría darte un consejo: No seas un hijo de p***. Porque volverá sobre ti.

No quiero sacar conclusiones sobre ti, solo puedo asumir que sabes poco o nada de la falta de ayuda que sienten los padres cuando cuidan a un niño con dificultades respiratorias. Quinn estuvo enfermo el viernes, pero se sintió mejor el sábado. Decidimos sentarnos en el patio trasero y tomar un poco de sol. No hay muchas cosas en este mundo tan hermosas como ver a tu hijo recientemente enfermo sonreír, y saqué algunas fotos para celebrar su recuperación, y las subí a Instagram con el hashtag#downsyndrome.

Amo mirar esas fotos yo misma en mi tiempo libre, porque vaya que esos niños son adorables. Por supuesto, tú sientes diferente porque tú, JusesCrustHD, encontraste esta foto y dejaste como comentario:

Feo.

«El hecho de que hayas llamado ´feo´ a mi hijo es una cosa. Tienes derecho a opinar.»

«Pero el hecho de que hayas buscado específicamente el hashtag «syndrome de down» para insultar (tristemente, Quinn no es la única víctima de tu comportamiento; encontré muchas otras respuestas agresivas) es triste a la vez que infantil.»

«Tu página personal también está llena de publicaciones ofensivas y afirmaciones crueles.»

«En una foto en particular, pusiste a dos niños con Síndrome de Down y el comentario ´wiitrasados´, te perjudicaste a ti mismo porque muchas, MUCHAS personas criticaron tu prejuicio.»

Tú expresaste que era tan solo una broma y que la gente debería tomárselo más ligeramente. Pero, ¿qué hay del hecho de que intencionalmente buscas fotos de nuestros hijos? ¿Qué del hecho de que una foto de mi hermoso hijo fue empañada con tu odio? Eso no es broma. Eso es acoso cibernético. No hace falta mencionar que denuncié tu perfil personal.

Esta no será la última vez que alguien desacredite a mi hijo porque es diferente. No será la última vez que alguien haga chistes a expensas de él, pero buscar intencionalmente fotos de personas para hacer burlas va más allá de la crueldad. Es inhumano.

Yo reconozco que quieres ver cómo reacciono yo ante tu pequeña «broma». Voy a ser sincera, es difícil no estar enojada al respecto, pero no puedo permitir que eso pese sobre mis hombros. No puedo tener otra cosa que no sea lástima por una persona con tan poco tacto. Porque algún día, tú serás el que reciba las consecuencias de tus acciones. Hay muy poca gente en el mundo que pueda tolerar ese pensamiento tan retrógrado, y tú eventualmente le hablarás a la persona equivocada. Yo deduzco que ya lo has hecho, y por eso te escondes detrás de un apodo en pantalla.

Dios sabe que hubo muchos adolescentes crueles en mi época: niños a los que les agradaba reírse a expensas de otros. Algunas de esas bromas fueron directamente a mí, pero me fortalecieron a medida que maduré a través de esas experiencias de maltrato. Quizás por eso es que estoy dispuesta a dejar pasar esta situación, sé en qué terminaron la mayoría de esos niños, y no es donde yo quiero estar. Y como maestra, he visto a chicos como tú sufrir las consecuencias. Haz cosas al aire libre. Lee un libro. Elogia a alguien. Y lo más importante: ilumínate, ya hay suficiente crueldad en este mundo, y cualquier persona digna debería luchar para hacerlo mejor, no peor.

Yo solo deseo que mis hijos aprendan a dejar pasar los comentarios y acciones ignorantes, y traten a otros con respeto y dignidad. Todos lo merecemos, incluso tú.

Sinceramente,

Una Mamá
Orgullosa.

Valiosa lección sin duda.

AGENCIAS