6 miedos típicos de todos los niños

Son raros los casos en que no se atraviesa por temores en la infancia; de hecho hay 6 miedos comunes en los niños, que realmente les resultan aterradores.

Seguramente la mayoría de las personas que se encuentren leyendo este artículo estarán en este mismo momento recordando aquellos miedos que quizá no los dejaba dormir por las noches o que los paralizaba en determinadas situaciones.

Los peores miedos de los niños

Estos son los miedos a los que me refería:

Monstruos
Oscuridad
Tormentas
Bichos
Serpientes
Aislamiento social
El miedo a la oscuridad

Los miedos de los niños son proporcionales a la edad que se tenga; en la infancia, uno de los mayores temores es el de ser separado de la persona que nos cuida y nos quiere; por ejemplo los padres.

De ahí, se desprende uno de los miedos más comunes en los niños que es el temor a la oscuridad; esto es debido a que por la noche es cuando se quedan completamente solos en su habitación y aunque sea temporal están separados de sus padres.

Ver también: 5 tips para combatir el miedo a la oscuridad

El miedo a los monstruos

Se lo relaciona con el miedo a lo desconocido; los niños pequeños poseen mucha imaginación y todavía no tienen claro qué es lo que realmente existe y qué es producto de la fantasía; así es que es un motivo más por el que temen.

Los estudios relacionados con los miedos infantiles dicen que algunos son adquiridos a través de ciertas experiencias, como podría ser el temor a que un perro les muerda debido a que ya han pasado por ello.

Otros miedos parecen estar relacionados con un aspecto del carácter, siendo éste realmente sensible y susceptible a sufrir mayores temores y ansiedades.

¿Qué hacer ante el miedo infantil?

Para los pequeños es fundamental que los padres sean comprensivos, crean en sus miedos pero sin alimentarlos, tampoco burlándose de ellos. Una forma de ayudarlos a superar los miedos como por ejemplo el nocturno, es establecer rutinas; es decir, todos los días a la misma hora cenar, cepillarse los dientes, leer un libro y dormir. Cuando se hace lo mismo de modo habitual se genera un sentimiento de seguridad y confianza. Sobre todo al ver que día tras día se hace lo mismo y nada malo ocurre.

Otro punto importante a tener en cuenta es hablar con otros padres y comparar los miedos de los niños; de percibir que el miedo que tiene un pequeño es exagerado o inusual, no se debe dudar en consultar con el pediatra o especialista.

Hay miedos que se arrastran hasta la edad adulta y no deben ser subestimados cuando de algún modo dificulten el llevar una vida normal.