Este viernes, el Wall Street Journel soltó una bomba, otra más, para la presidencia de Donald Trump. En noviembre de 2016, un mes antes de las elecciones que le llevaron a la Casa Blanca, Michael Cohen, su abogado, pagó 130.000 dólares a Stephanie Clifford, una actriz porno apodada Stormy Daniels, para que no hiciera público el affair que había mentenido con el magnate. Esa misma noche, The Dialy Beast contribuía al escándalo al relatar el testimonio de otra porn star, Alana Evans, que corrobora la relación.
En el texto, titulado “Estrella porno: Donald Trump y Stormy Daniels me invitaron a su habitación de hotel”, siempre de acuerdo a Evans, Daniels le contó que había conocido a Donald Trump en julio de 2006, en el evento American Century Celebrity Golf Championship en el Edgewood Tahoe en Stateline, Nevada, poco después de que Melania diera a luz a Barron, su hijo en común.
“Stormy me dijo que había conocido a Donald Trump y que iba a quedar con él más tarde, que me invitaba. Stormy dijo que Donald sabía exactamente quien era ella. Me llamó cuatro o cinco veces, las dos últimas con Donald y yo podía oirle a él y me decía a través del teléfono '¡Venga, Alana, vamos a divertirnos!'”, cuenta, “los hombres como él me dan miedo por su poder, así que apagué mi teléfono”.
Cuando la llamó al día siguiente para disculparse por haberla ignorado, Daniels le relató un episodio digno de la serie británica de humor rijoso Benny Hill. “Me dice: 'Solo te contaré que acabé con Donald en su hotel. Imagínatelo persiguiéndome por su habatación en sus tighty-whities [unos calzoncillos blancos ajustados a la altura de la ingle]'”.
La relación ha sido confirmada al diario por otras dos fuentes y había rumores al respecto publicados en blogs desde 2011. El abogado de Trump ha envió un comunicado a The Daily Beast en el que desmentía las informaciones e incluía una carta firmada por ella y fechada el 10 de enero de 2018 en la que negaba su relación y haber recibido dinero a cambio de callar.
No es el primer pornoencontronazo del presidente. Jessica Drake, otra personalidad de la industria, le acusó en octubre de 2016 de haberla besado sin su permiso y ofrecerle 10.000 dólares a cambio de sexo en 2006. Al mes siguiente, Wall Street Journal también publicó un artículo en el que aseguraba que el National Enquirer, un tabloide 'amigo' de Trump, había pagado a la modelo erótica Karen McDougal 150.000 dólares por contarles la relación amorosa que mantuvo con el presidente entre 2006 y 2007 para nunca publicar la historia.