Han descubierto una nueva ilusión óptica y te romperá la cabeza

Vemos una serie de formas sobre tres fondos distintos: unas más onduladas y otras más rectas, como en zig-zag, ¿verdad? Vuelve a mirar, tu cerebro te está engañando.

El psicólogo Kohske Takahashi, de la Universidad Chukyo, en Japón, se propuso crear un juego mental que nos obligase a pensar, a la vez que nos hiciese quedarnos con cara de tontos. El profesor dio con la siguiente ilusión óptica (en la parte superior de esta noticia), la cual publicó y explicó en la revista i-Perception del mes pasado. ¿Hay algo que te llame la atención? No te diremos el título hasta el final para no dar pistas.

En una primera ojeada, vemos una serie de líneas sobre tres fondos distintos: unas más onduladas y otras más rectas, como en zig-zag. Parecen, en definitiva, una sucesión de picos y valles. Pero presta atención y vuelve a mirar. ¿De verdad hay alguna línea recta ahí?

 

La respuesta es no; ninguna. Tu cerebro te está engañando: son todas ondas sinusoidales, es decir, curvas. Basta con mirar en las esquinas, en las que cambia el color del fondo, para darse cuenta de que todas tienen una forma idéntica. En su estudio, Takahashi explica el principio detrás de esta ilusión: las líneas que parecen ir en zig-zag son aquellas en las que los cambios de color ocurren en lo más alto (los picos) y lo más bajo (los valles) de cada curva.

Esta ilusión nos demuestra que la percepción de líneas rectas tiende a ser dominante en el sistema visual frente a las curvas.

Dicho cambio abrupto hace que el espectador, es decir, nosotros, la percibamos como una recta. Esto se debe, asegura el profesor japonés, a la tendencia humana a percibir ángulos con tal de ayudarnos a tener un sentido visual de lo que nos rodea: “Los mecanismos subyacentes de la percepción de la curva y la esquina no son independientes, sino que interfieren y compiten entre sí por nuestra atención. Esta ilusión nos demuestra que la percepción de esquinas tiende a ser dominante en el sistema visual”.

En otras palabras, cuando presentamos al cerebro un desafío de este estilo, en el que no está muy claro si son curvas o no, siempre optará por la recta, puesto que nos ayudan a determinar qué formas tiene algo (son más fáciles de procesar). No obstante, Takabashi ya ha matizado que todavía queda mucho por explorar en este respecto y que seguirá investigando por qué vemos esquinas cuando no las hay.

En definitiva, es muy difícil instruir al cerebro para que perciba la realidad tal cual es. Puedes probar a tapar con los dedos las líneas que no hacen zig-zag y luego echar otro vistazo, o bien aceptar que se le puede escapar algo a tu compresión. Aunque esta “ilusión de la curvatura ciega” sea inédita hasta ahora, otros juegos mentales han abordado con anterioridad la misma idea, siendo el del muro de la cafetería (sobre este párrafo) el más famoso. Con apenas dos colores (blanco y negro) y unas líneas, es capaz de engañarnos por completo. Sí, porque, por mucho que parezca lo contrario, las líneas de la imagen son rectas.