Algunas personas sueltan resoplidos de frustración y ponen los ojos en blanco al ver decoraciones navideñas tan pronto como acaba octubre, pero aquellos que ansiosos por las fiestas cuelgan sus guirnaldas y adornos temprano son más felices que los demás, de acuerdo con lo que afirmaron psicólogos. Descubre a qué se debe.
Los grinchs en contra de la Navidad temprana pueden estar perdiéndose el secreto de la felicidad. Según estudios realizados sobre el tema, las personas que cuelgan su decoraciones navideñas pronto están en mayor contacto con su niñez.
Decorar lo más pronto posible puede hacer que nos sintamos más felices, pues nos ayuda a conectarnos con una época donde el estrés de la adultez era algo desconocido.
Así lo asegura Steve McKeown, psicoanalista, fundador de MindFixers y propietario de The McKeown Clinic, en Inglaterra, quien además agrega que las personas que miran por el hombro a los amantes de la Navidad pueden estar privándose de los sentimientos perdidos de alegre inocencia.
McKeown señala que, aaunque podría haber una serie de razones sintomáticas por las que alguien querría poner decoraciones de forma obsesiva temprano, esto ocurre generalmente por motivos nostálgicos, ya sea para revivir la magia o para compensar por años perdidos.
Las decoraciones navideñas tienen una función de vehículo hacia esas viejas emociones mágicas de la infancia y, por lo tanto, poner esas decoraciones navideñas temprano extiende la emoción.
Por otro lado, participar activamente en esta tradición puede hacer que parezcamos más amigables. En un estudio publicado en el Journal of Environmental Psychology, los expertos encontraron que los participantes calificaron las casas decoradas como más “amigables y cohesivas”.
Por lo tanto, preparar sus adornos navideños antes puede convertirse en una señal para sus vecinos de que usted es parte de la comunidad.
No obstante, las fiestas a veces pueden resultar una época agridulce para muchos que recuerdan a sus seres queridos que ya no están o con quienes no pueden compartir las celebraciones.
Según Amy Morin, psicoterapeuta y autora, la temporada de vacaciones despierta una sensación de nostalgia. La nostalgia ayuda a vincular a las personas con su pasado personal y ayuda a las personas a comprender su identidad y para muchas personas esa nostalgia puede llegar a ser una sensación agridulce.
De cualquier manera, si decorar temprano puede ser beneficioso, podríamos dejar que despierte el espíritu de las fiestas tan pronto como sea posible.