Al menos ocho burros fueron privados de su libertad tras comerse las flores de un complejo que habitan los empleados de la prisión de Orai, en la India.
De acuerdo con los vecinos, los jardines quedaron hechos un desastre y se vieron forzados a encerrarlos dentro de un viejo edificio penitenciario hasta dar con el paradero de los dueños.
Así que los llamamos y se los entregamos con la advertencia de que tenían que tener cuidado y no permitir que esto vuelva a suceder", dijeron. Sin embargo, los propietarios aseguraron que tuvieron que pedir la ayuda de un político local para recuperar a los burros.
"Me preguntaron si tenía culpa, y yo admití que sí. Me angustié mucho cuando no los encontré y sentí una tremenda amargura cuando me dijeron que estaban en la cárcel", comentó el dueño.
"Sentí una tremenda amargura cuando me dijeron que estaban en la cárcel", contó su dueño.
Al menos ocho burros fueron privados de su libertad tras comerse las flores de un complejo que habitan los empleados de la prisión de Orai, en la India.
De acuerdo con los vecinos, los jardines quedaron hechos un desastre y se vieron forzados a encerrarlos dentro de un viejo edificio penitenciario hasta dar con el paradero de los dueños.
Fueron detenidos 8 burros después de formar un gran embrollo en la zona residencial donde se ubica la cárcel, en el estado de Uttar Pradesh, el sector más poblado de la India, con más de 200 millones de habitantes.
De acuerdo a la información entregada por parte del Hindustan Times, los burritos fueron encontrados comiendo y destrozando los jardines durante varias semanas hasta que en la cárcel se cansaron del hecho.
“No ha pasado nada”, quitaba hoy hierro en declaraciones a Efe el superintendente de la cárcel de Ori, Sitaram Sharma.
El carcelario explicó que los burros entraron en la zona residencial y destruyeron las plantas que habían colocado, por lo que tomaron la decisión de encarcelarlos en un viejo edificio del recinto hasta que encontraron a sus propietarios.
