De 36 cm de alto, fue fabricada para el círculo de cortesanos y destinada a la educación sexual de los jóvenes de la corte.
Una muñeca poco común de la corte de Luis XVI, con senos prominentes y un sexo marcado bajo su falda de tafetán, alcanzó en subasta este viernes los 16.000 euros, indicó la casa de remates Ivoire de Lyon (este de Francia).
Este objeto curioso de 36 cm de alto, fabricado para el círculo de cortesanos y destinado a la educación sexual de los jóvenes de la corte, tenía una estimación de entre 2.000 y 5.000 euros.
El comprador es un coleccionista particular francés.
Estas muñecas, juguetes para adultos que representan el espíritu y la moda del fin del Antiguo Régimen, fueron dispersadas o se perdieron con la Revolución.
"Se trata de una muñeca fuera de norma. Este tipo de objetos no atraviesa los siglos generalmente", explicó a la AFP Rémy Rousselot, de la casa de subastas.
François Theimer, autor de un libro de referencia sobre la materia, "Las muñecas reales en tiempos de la corte de Luis XVI", detalla sólo unas treinta piezas similares. Cuenta que una de las mayores colecciones, de una coleccionista estadounidense, terminó destruida por un incendio.
Junto a este objeto excepcional figuraban 200 muñecas clásicas del siglo XIX.
En contexto
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Una nueva exposición en el Palacio de Buckingham, inspirada por el pequeño príncipe George, permitirá echar un vistazo al interior de las cajas de juguetes de varias generaciones de niños reales cuando abra sus puertas este verano.
La muestra incluye algunos de los atesorados juguetes de la reina Isabel, entre ellos un caballo balancín, varias muñecas vestidas de alta costura y un cochecito de bebé, que serán centro de atención junto a un juego de té rosa de conejo y un juego de bolos utilizado por la entonces joven princesa Lilibet y por su hermana, la princesa Margarita.
Compartirán espacio en esta extraordinaria colección algunos juguetes baratos, muy queridos para la entonces futura Reina, con otros más indicativos de su condición real. Su extravagante miniatura de paja Wendy House, que recibió en 1932 cuando tenía seis años como regalo del pueblo de Gales, sigue encantando a los Windsor más jóvenes hoy en día.