No necesitas ser espía o hacker profesional para acceder a los contenidos del celular de una persona, basta con conocer su contraseña y que lo deje solo para que entres en acción.
Entre parejas, es muy común que se geste la confianza de prestar el móvil o incluso revelar contraseñas. Y aunque todos alguna vez hemos tenido la tentación de echar un vistazo a lo que nuestra pareja tiene almacenado, hay una vocecita que nos dice que no lo hagamos nunca.
Husmear o no husmear, esa es la cuestión
Los dispositivos móviles se han convertido en un templo sagrado para muchos ya que es donde uno almacena fotos, videos, conversaciones y situaciones muy privadas que no tienen por qué estar a la vista de todos. Aún siendo pareja es obvio que hay espacios a los que no se debe entrar así que está de más repetir que espiar el móvil es una muy mala idea.
Para empezar, romperás la barrera de la confianza que se supone tienen. Tener la necesidad de espiar el móvil de tu pareja sólo puede significar una cosa: que no confías ni en él, ni en tu relación. Y eso es algo realmente triste y decepcionante que puede llevar a una ruptura sin arreglo.
La simple observación del móvil o un ordenador por encima del hombro, se convierte en algo vicioso y molesto para el otro. No lo hagas, no te gustaría sentir que tu pareja no confía en ti cuando no le has dado razones para desconfiar.
Si espías los dispositivos de tu pareja, que te conviertas en una mujer insegura, más allá de que él se enoje. Adentrarse a su carrete de fotos, redes sociales o conversaciones de chat, sólo hará que encuentres cosas que no te gusten o que malinterpretes todo. Mientras más contenidos sospechosos veas, más ansiosa e insegura te volverás. Y si de verdad encuentras cosas demasiado comprometedoras, que no van contigo o que son hirientes hacia tu persona, ¿para qué quieres estar con esa persona?
Husmear tiene graves consecuencias legales
Pero independientemente de cómo sea la situación entre tú y tu pareja, en algunos países o estados, el espionaje de dispositivos móviles o redes sociales es un acto ilegal que peude llevarte a la cárcel. En España, por ejemplo, si la persona te acusa de ello, deberás cumplir una condena de dos años y medio de cárcel ya que de acuerdo con el Código Penal, el articulo 197 expresa que acceder a las conversaciones privadas, entre ellas las de WhatsApp, constituye un delito de descubrimiento y revelación de secretos.
En Argentina, también hay graves consecuencias para los que sean acusados de husmear móviles y según la Corte Argentina, espiar el celular de la pareja es un delito federal. Esto incluye Revisar el Facebook, el correo electrónico o la lista de contactos.
No caigas en una psicosis de celos
Es obvio que cuando hay problemas dentro de una relación, hay que hablar las cosas para evitar malos entendidos. Si sospechas de que tu pareja está haciendo a tus espaldas algo que no, es momento de hablarlo y frenarlo.
–Si a pesar de dialogar abiertamente, la conducta sospechosa continúa, debes entonces evaluar si estás dispuesta a tolerarlo y continuar una relación así.
–Evalúa cuál es la raíz del problema: celos sin razón aparente, celos con fundamento, desconfianza provocada por relaciones pasadas, inseguridad, trastorno de la personalidad o personalidad dominante y aprende a tener autocontrol para ver las cosas con claridad.
Si reconoces que tienes un serio problema de desconfianza o sufres de inseguridades, sé honesta con tu pareja al respecto y habla sobre qué cosas activan esos sentimientos.
La única situación en que se justifica indagar el teléfono de tu pareja sería estar frente a una emergencia en la no pueda atender y sea de extrema ayuda buscar algún número o información que tenga almacenado ahí.