La explicación es bastante simple, pero pese a que suena inofensiva ayudaría a que los glaciares absorban más calor.
En el último tiempo, científicos se han percatado de un fenómeno inusual que aparece cada primavera en las regiones alpinas: La nieve se torna de un color rojo.
Los expertos la llaman la nieve rosada o la nieve de sandía, o derechamente, la nieve sangrienta. Un fenómeno que afortunadamente no tiene ninguna explicación terrorífica, al contrario, se trata de un fenómeno natural.
La nieve se torna de este color debido a la presencia de algas rojas que en lugar de habitar en el mar, habitan en las montañas. Estas algas contienen astaxantina, un compuesto químico “primo molecular” de la sustancia que hace que las zanahorias sean de color naranjo.
Estas algas rojas permanecen dormidas durante el invierno en los glaciares y hielos, pero una vez la temperatura se eleva se desencadena su color como un protector solar para las algas. Los organismos absorben la luz ultravioleta del Sol, se fusiona con la nieve y aceleran el derretimiento de ésta.
Un extraño hecho ha llamado la atención del mundo científico durante el último tiempo: las apariciones de una nieve rosada en diversos rincones del planeta.
Esta situación fue analizado por un grupo de expertos llegando a una conclusión: el color se debe a una algas rojas que contienen astaxantina, un compuesto químico que se podría catalogar como un "primo molecular" de la sustancia que hace que las zanahorias sean de color naranja, según publica The New Yorker.
En el artículo que describe este fenómeno, el cual es tildado como "nieve sangrienta" o "nieve sandía", se señala que las mencionadas algas se encuentran prácticamente dormidas en los glaciares y hielos, pero cuando la temperatura se eleva, estas "despiertan" y tiñen a su entorno.
Respecto a este hecho, el año pasado la revista Nature Communications realizó una investigación, que divulgada por el portal Popular Science, en donde se determinó que las algas oscurecen las superficies de los glaciares, con lo cual reflejan menos el sol y con esto, absorben más el calor.
Esta situación se encuentra "fuera de control" de acuerdo al documento, ya que con el derretimiento de los glaciares, las algas florecen aún más, acelerando este lamentable proceso. Por lo mismo, la autora principal del estudio, la experta del Centro de Investigación Alemán de Geociencias GFZ y de la Universidad de Leeds Stefanie Lutz, advirtió que este tema "tiene que ser considerado en futuros modelos climáticos".
"Los modelos de clima y de fusión que ignoran el forzamiento radiactivo microbiano corren el riesgo de subestimar las tasas del calentamiento y el consiguiente aumento del nivel del mar", expresaron en tanto los autores.
En ese sentido, al aumentar la proliferación de las algas, cada vez será mayor la posibilidad que ocurra el fenómeno de la nieve roja, por lo que se prevé que las últimas nevadas de la humanidad puedan teñidas por el mencionado color.