No es que le cueste demasiado desnudarse, la verdad, pero es innegable que cada vez que lo hace se convierte en noticia.
Kim Kardashian ha vuelto a hacerlo: se ha quitado toda la ropa, se ha puesto todo el maquillaje y se ha dejado retratar desnuda. En realidad, la estrella de Keeping up with the Kardashians (formato de telerrealidad que este mes de septiembre cumple 10 años en antena en Estados Unidos) mantiene una prenda de ropa: un par de botas de montaña con las que posa encaramada a un árbol como si de una pantera se tratara.
El posado está justificado (más o menos…). La imagen de Kardashian formará parte de un libro recopilatorio de los fotógrafos Marcus Piggott y Mert Alas editado por la exclusiva Taschen que busca conmemorar los 20 años en activo del dúo artístico. En él, la esposa del rapero Kanye West y madre de sus dos hijos (North West y Saint West) acompañará a estrellas como Kate Moss, Lara Stone o Cara Delevingne, que también aparecen retratadas en esta edición especial que saldrá a la venta el jueves 7 de septiembre.
Alas y Piggott han realizado innumerables portadas para revistas de moda y tendencias, y también son autores, entre otros, de la imagen de Angelina Jolie para el póster de la película Maléfica, de la portada de Playboy con Kate Moss vestida de conejita o de la foto de la cubierta de Reputation, el próximo álbum de Taylor Swift.
Aunque las fotos de este dúo turco-galés tienden a ser polémicas y a dar la vuelta al mundo, pocas se han hecho tan virales como ésta: en sus primeras 12 horas había superado el millón de me gusta en Instagram. Y todo cumpliendo con las leyes de esta red social: Kardashian ha autocensurado sus pezones para que Instagram no la retire.