Series de televisión, películas y, por supuesto, libros. Los animales humanizados son la herramienta elegida por las industrias culturales para contar historias, moralejas, o simplemente para entretener. Desde la famosísima Peppa Pig o el clásico Winnie The Pooh o hasta las publicaciones del laureado autor e ilustrador inglés Anthony Brown. En el universo de los niños todo parece venir en formato animal, aunque esta elección, por más simpática que sea, no es la mejor al momento de enseñar a los niños.
Investigadores de la Universidad de Toronto le hicieron leer dos cuentos a un grupo de niños: uno protagonizado por personas y otro, por animales. Los dos enseñaban que compartir es mejor que ser egoísta, aunque tuvieron diferentes resultados y los menores mostraron mucha mayor aceptación de la moraleja en la historia con humanos.
"Estos resultados se suman a un creciente cuerpo de investigación que muestra que los niños encuentran más fácil aplicar el conocimiento de las historias que son realistas", dijo la doctora Patricia Ganea, profesora asociado de desarrollo cognitivo temprano en la universidad. Y agregó: "En general, los niños eran más propensos a actuar sobre la moral de la historia cuando presentaba un carácter humano". Pero, ¿por qué sucede?
De acuerdo a los autores no es una casualidad, ya que luego de realizar varias pruebas, descubrieron que los niños se sentían identificados con los personajes que eran como ellos, mientras que consideraban que los animales, por más humanizados que estén, no eran criaturas realistas.
Para los especialistas esto revela que los cuentos protagonizados por animales son buenos solo cuando se desea que se diviertan, pero que carecen de eficacia al momento de transmitir alguna lección o enseñanza.
"Los libros que los niños pueden relacionarse fácilmente para aumentar su capacidad de aplicar la lección de la historia a sus vidas diarias", dijo.
"Es importante que los educadores y los padres escojan cuidadosamente cuando el objetivo es enseñar el conocimiento del mundo real y comportamientos sociales a través de libros de cuentos", dijo Ganea. Por su parte, Nicole Larsen, co-autor del estudio, agregó: "Los padres pueden desempeñar un papel importante en el aprendizaje de los niños pidiéndoles que expliquen partes de la historia y les ayuden a ver la similitud entre el historia y sus propias vidas".