Un juez ha desestimado la demanda de David Mueller, DJ y exlocutor de la emisora KYGO-FM, contra Taylor Swift y en la que le pedía a la cantante una compensación de tres millones de dólares por supuestamente haber hecho que le despidieran después de que, según dice Swift, él le tocara el trasero durante un posado fotográfico.
Según el juez, Mueller no ha podido probar que Swift provocara directamente su despido. El demandante criticó que tras el incidente, del que dijo que pudo haber rozado el trasero de Swift sin querer, aunque negó haberlo agarrado tal y como dice la cantante, ésta se puso en contacto con los jefes de la emisora y no con la policía como cabría esperar.
¿Pagarías por ver el eclipse solar de agosto en un lugar muy exclusivo?
Sin embargo, Taylor Swift alegó que presentó su queja en la KYGO-FM y no ante la policía porque quería tratar el asunto "de una forma discreta, en silencio y confidencial". El juez ha considerado que no se ha probado que la cantante pidiera expresamente que Mueller fuera despedido.
Aún está en marcha el juicio por la demanda que a su vez interpuso Swift contra el DJ por agresión sexual y por la que le pide una indemnización simbólica de un dólar.
"Fue un manoseo definitivamente, un manoseo muy largo. Fue intencionado, se quedó agarrado a mi nalga. Noté como me agarraba el culo por debajo la falda", dijo Swift durante su declaración, que duró cerca de una hora. La cantante definió esa agresión como "horrible y chocante", y dijo que nunca antes le había pasado.
Aunque el magistrado William Martínez haya desestimado la causa contra Swift, su madre, Andrea, y su representante, Frank Bell, siguen acusados por presionar presuntamente a KYGO-FM para que despidiese a Mueller.