Lo que empezó como un simple juguete o más bien, herramienta, para ayudar a estudiantes con trastornos de atención ahora se ha convertido en una polémica sobre si es satánico o evangelizador. Hablamos de los famosos fidget spinners, populares en Estados Unidos.
CNN En Español publicó un completo artículo en donde menciona que estos gadgets que fueron diseñados especialmente para personas con trastornos de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), han causado revuelo con algunos sacerdotes que los han tildados de ser un mal ejemplo mientras que otros lo ven cómo una forma más de enseñar la palabra de su religión.
El primero que generó todo este remolino de comentarios fue el pastor evangélico Juan Mariano Ávalos Sanabria, perteneciente a la "congregación pentecostal de los primeros cristianos”, el cual publicó un video en Facebook señalando que al sostener el juguete las personas realizan el "signo del diablo" con sus manos, precisamente el infame número 666. “No permitan que usen en sus casas”, dice.
ACI Prensa, un medio católico, hizo consultas con otros padres para conocer la opinión con respecto a los fidget spinners, entre ellos a Samuel Bonilla, quien de forma sencilla explica que "no se debe caer en satanizar todo eso que vemos, escuchamos, leemos. Si este aparatito le ayuda a un niño, a un joven, al Padre Sam para el estrés, perfecto. Yo no estoy invocando al diablo al estar girando esto. Para invocar a Dios o para invocar a Satanás siempre son actos en libertad y en voluntad”, dijo.
Sobre el aspecto de ser un medio evangelizador, este mismo medio fue a entrevistar a sacerdotes jóvenes quienes demostraron que usar este tipo de artículos ayuda "para hacer llegar el mensaje de Jesucristo", hasta otros que hacen una “analogía para explicar la Santísima Trinidad a los niños en la catequesis”.
Aún así, en redes sociales hay muchas personas que han quedado con la duda acerca de este dispositivo, constituido por un eje central con dos, tres o más brazos, los cuales terminan en unos aros con rodamientos.
Pero más allá de si es satánico o evangelizador, lo que sí queda claro es que si había personas, sobre todo en Latinoamérica, que no conocían sobre los fidget spinners ahora si están al tanto y quien sabe, probablemente hasta se compren uno ahora que ha vuelto a agarrar fama.