Sandra Milena Almeida, una mujer colombiana de 28 años, tuvo que ser operada luego de que se presentara en un hospital de su país con fuertes dolores abdominales después de que se tragara 9,000 mil dólares tras enfadarse con su pareja, según informó Caracol Radio.
El caso ocurrió el pasado viernes en el municipio de Piedecuesta, en el noreste de Colombia, cuando el esposo encontró el dinero escondido. Según el noticiero de televisión Noticas Uno, citado por la agencia DPA, la mujer había decidido separarse y había comenzado a ahorrar. Al encontrar su esposo el escondite, le exigió una parte, pero ella, en un arranque de furia, decidió comérselos.
Por este motivo, se presentó al médico con fuertes dolores en el abdomen, aunque tuvo que ser trasladada a un hospital de Bucaramanga, la capital de la región donde se produjo este incidente, donde fue operada.
Juan Pablo Serrano, uno de los doctores del Hospital Universitario de Santander donde fue atendida, declaró que la radiografía que le hicieron mostraba que la mujer tenía varios objetos de forma cilíndrica en su cuerpo. Dichos objetos, añadió, no eran mayores de tres centímetros de diámetro, algo similar a las bolsas que ingieren las 'mulas' utilizadas por narcotraficantes cuando intentan entrar droga a través de un aeropuerto.
"La paciente fue llevada a cirugía. Se le practicaron dos intervenciones a nivel gástrico, a la salida del estómago y en la parte discal del intestino", explicó Serrano a la cadena de radio Caracol. Para sorpresa de los cirujanos, en lugar de droga encontraron "alrededor de 7,000 a 9,000 mil dólares" en billetes de 100.
Según informa Univisión, los billetes extraídos fueron lavados y, según una imagen difundida por el hospital, están en buen estado. La diferencia con la cantidad que se tragó quedó arruinada por los líquidos gástricos. "Había elementos restantes que avanzaron hasta el colon y que fueron expulsados en las heces", añadió el médico.
La mujer posteriormente se recuperó y fue dada de alta. Sin embargo, aún no ha recuperado el dinero, que está bajo la custodia de la policía hasta que aclare quién es el propietario y cuál es su origen.