La mayoría de los hombres tienen la piel grasa. La naturaleza ha hecho que la piel masculina sea diferente a la de la mujer.
La piel del hombre es muy diferente a la de la mujer, por ser más gruesa tiene una mayor cantidad de glándulas sebáceas y poros más grandes.
El estrés provoca cambios en el equilibrio hormonal, provocando mayor producción de sebo en la piel. ¡Trata de mantenerte relajado!
La contaminación aumenta la temperatura de la piel, haciendo que la grasa se vuelva más fluida y brillante.
El cigarro hace que tus poros se dilaten y produzcan más grasa de lo usual.
Tu limpiador facial puede provocar que tu piel produzca exceso de sebo y brillo. Usa productos que sean poco agresivos.