Ericsson planea recortar unos 3.900 puestos de trabajo en Suecia, deshaciéndose de la mayor parte de su manufacturación en el país, en momentos en que compite en un mercado en contracción para los dispositivos de telecomunicaciones.
La compañía sueca, cuyas acciones han caído en torno a un 25 por ciento este año y que busca nuevo presidente ejecutivo tras la salida en julio de Hans Vestberg, dijo el martes que unos 3.000 puestos desaparecerían en producción, investigación y desarrollo (I+D) y otras operaciones, al igual que 900 consultores.
«Las medidas son necesarias para asegurar la competitividad a largo plazo de Ericsson, al igual que el liderazgo en tecnología y servicios», dijo el presidente ejecutivo interino, Jan Frykhammar, en un comunicado.
El recorte de puestos de trabajo es un revés para Suecia, donde Ericsson es uno de los mayores empleadores y para lo que políticos y sindicatos han peleado en las últimas semanas para salvar empleos.
Ericsson actualmente cuenta con 16.000 trabajadores en Suecia.
La compañía dijo en julio que aceleraría las medidas de eficiencia debido a las duras condiciones del mercado, tras haber anunciado en 2014 un programa de reducción de costos de unos 9.000 millones de coronas suecas (1.100 millones de dólares).
Los 1.000 trabajadores despedidos en manufacturación supondrán la eliminación de la mayoría de la producción de Ericsson en el país, que actualmente representa un 5 por ciento de su producción global.
Ericsson, que cuenta con dos de los más prominentes inversores en Suecia -Investor, respaldado por Wallenberg, y Industrivarden- ha estado bajo presión por su pobre rendimiento en los últimos años y por ser lento a la hora de lidiar con una demanda estancada de sus estaciones de base.