El crucero más grande que haya navegado nunca el Paso del Norte viaja rumbo a la ciudad de Nueva York desde Alaska.
El Crystal Serenity partió de Seward, en Alaska, a mediados de agosto y tiene previsto llegar a Nueva York el 16 de septiembre.
El crucero cruzó el estrecho de Bering y atracó en el puerto de Nome, donde sus pasajeros tuvieron ocasión de ver una manada salvaje de bueyes de almizcle que se había instalado en las afueras de la localidad. El barco continuó entonces su travesía hacia el norte hasta el océano Ártico y luego viró al este hacia Groenlandia.
El derretimiento del Ártico hace posible este tipo de viajes. La ironía no pasó desapercibida para Michael Byers, profesor de ciencias políticas en la Universidad de British Columbia en Vancouver, que calificó la experiencia de «turismo de extinción».
Los aproximadamente 900 pasajeros del crucero de lujo viajan por el Ártico para conocer un ecosistema antes de que desaparezca. Pero Byers apuntó que en realidad son un problema más por la gran huella de carbono que deja la embarcación.