Juan Gabriel regresó el sábado a Ciudad Juárez, el lugar que lo vio crecer y convertirse en un ícono de la cultura mexicana.
Cientos de personas abarrotaron las principales calles de la urbe fronteriza para darle el último adiós al superastro, cuyos restos procedentes de Texas fueron trasladados a la casa del artista para recibir el primero de varios homenajes que México le rendirá.
El cortejo fúnebre, encabezado por la familia del intérprete, partió del Aeropuerto Internacional Abraham González de Ciudad Juárez rumbo al puente de la Avenida Lerdo, por donde ingresó a la ciudad para continuar su recorrido por las avenidas más importantes de esa ciudad, incluidas las calles Ignacio Mejía e Ignacio Zaragoza.
En la calle 16 de septiembre, donde se encuentra la casa en la que su madre trabajó como empleada doméstica que años después fue adquirida por Juan Gabriel, miles de personas lo esperaban con flores, carteles y globos blancos, mientras coreaban a todo pulmón «Amor eterno«, su canción más emblemática, y otros de los temas más conocidos de su ídolo, quien falleció el domingo pasado a los 66 años en Santa Mónica, California.