Seguramente alguna vez lo has hecho casi de manera inconsciente y no te preguntaste cuáles eran los motivos. Puede ser antes de una entrevista de trabajo, una prueba académica, o el comienzo del partido del club de tus amores; lo cierto es que tocar madera es una acción validada por casi todos.
Sin embargo, ¿De dónde viene esta tradicional acción? ¿Cuáles son los fundamentos históricos?
Pese a que se trata de una evidente superstición, existen algunos que intentan profundizar para llegar a una respuesta lógica. Según el blog «Touch Wood for Luck», existen varias teorías para identificar las razones por la cual las personas deciden echar mano a la madera como un ritual rápido y sencillo y así invocar o atraer la buena suerte para que nuestros deseos sean cumplidos.
En muchos países se considera que para el éxito de este gesto es necesario tocar la madera y, además, propinar un par de golpecitos. ¿Por qué? El primero de ellos sirve para transmitir lo que deseamos, el segundo para comunicar nuestro agradecimiento. Esta explicación tendría su raíz en las creencias de algunas culturas basadas en espíritus, hadas y otras criaturas místicas que habitarían en los árboles.
En tanto, en otros lugares se asegura que los golpes sirven para despertar y liberar a las hadas benévolas que están encerradas el interior de los árboles. Este culto es similar al de algunos grupos de indios americanos que hace varios siglos aseguraban que los robles era el hogar de los dioses. Precisamente, los troncos inspiraban confianza porque en ellos veían nobleza, protección y una manera efectiva para alejar los peligros de sus vidas.
Una última teoría tiene un origen cristiano. Se cuenta que tocar un trozo de madera era originalmente como tocar la cruz de Jesucristo, y de este modo una forma de invocar por protección.