De la lente del fotógrafo Mario Sorrenti, Irina Shayk muestra toda su sensualidad en unas muy bien logradas tomas en blanco y negro, destacando la belleza natural de la novia del actor Bradley Cooper.
Para complementar la sesión fotográfica, Irina habló con Riccardo Tisci, director creativo de la marca Givenchy, a quien le confesó que de muy joven no se consideraba bella, por lo que deseaba con todas sus fuerzas haber sido hombre.
«Nací y crecí en un pueblo pequeño, y ni siquiera pensaba que fuese especialmente guapa. A los 14 años, habría dado un brazo por ser un chico: estaba convencida de que era horrible y de que nadie me encontraría nunca atractiva», aseguró la rusa.
Sin embargo, asistió a una escuela de música y a los 19 años descubrió su actual profesión cuando su hermana Tatiana la llevó a un casting en una agencia de modelos y de inmediato fue detectada.
En cuestión de parejas, Irina puede presumir que mantuvo una relación amorosa con el delantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo entre 2010 y 2014. Posteriormente, a principios de 2015, comenzó un romance con la estrella de Hollywood de 41 años Bradley Cooper.