Ashley N. Shannon, 15 de agosto de 1988-5 de julio de 2013.
Ésa es la inscripción que lleva la urna rosa con cenizas que cada año abraza Tina Louden, la madre de Ashley Shannon, quien murió como consecuencia de una sobredosis de heroína, la nueva epidemia que afecta a los Estados Unidos y de la que pocas familias se atreven a hablar abiertamente.
El pasado 15 de agosto, Tina decidió hacerlo: hacer público el dolor que tenía como consecuencia de la adicción de Ashley. Pero nunca pensó que la publicación en Facebook de su fotografía sosteniendo la urna y el mensaje que escribió dedicado al dealer que le vendía la droga a su hija tendría tal impacto.
«Para el vendedor de drogas de mi hija: así es como paso el cumpleaños de mi hija ahora. ¿Cómo puedes vivir? Eso es todo lo quiero saber No suelo publicar fotos como ésta, pero hagámosla viral, así todos los dealers ven qué le están haciendo a nuestras familias», fue lo que acompañó la triste imagen de Louden. Y tuvo el efecto esperado. O mayor aún. El post fue compartido más de 250 mil veces y recibió miles de likes y comentarios.
El 15 de agosto pasado, Ashley hubiera cumplido 28 años. Y todavía estaría junto con sus dos hijos, por quienes peleó contra su adicción. Durante cinco años intentó apartarse de las drogas y casi lo había logrado, hasta que una recaída la llevó hasta el infierno que terminó con su vida.
Su madre no quiso esconder la tragedia que golpeó a su familia y decidió compartir su dolor para movilizar a otras madres a hacer lo mismo. La publicación en su perfil de Facebook provocó inspiración en varias personas que salieron a buscar ayuda. «Quizá pueda cambiar a alguien. Vivimos en este dolor, cada cumpleaños, cada vacación no es lo mismo. Parte de nuestros corazones se ha ido», indicó Louden en diálogo con la estación de radio KSDK.
La mujer no esquiva la responsabilidad de su hija en su muerte. «Sé que Ashley tomó las drogas, pero aún creo que el dealer es en algo responsable. Están vendiendo este veneno sabiendo que puede matar».
En los Estados Unidos, la preocupación por el abuso de pastillas y heroína crece exponencialmente, tal como crece su consumo.
Quizá, la dramática fotografía de Louden abrazada a la urna de cenizas de su hija de 24 años inspire a alguna familia que atraviesa el infierno de la droga. Ése fue su objetivo.