Las medallas de oro de 500 gramos que obtienen los campeones de las pruebas en los JJ.OO. de Río están compuestas casi al 99 % por plata reciclada, solo contienen un 1,2 % de oro puro, que se emplea sobre todo para el chapado y tienen un valor real que ronda los 587 dólares, explica el periódico ‘Daily Mail’.
Por su parte, las medalla de plata y de bronce están fabricadas sobre todo con materiales reciclados; de hecho, las preseas que reciben los deportistas que quedan terceros están hechas con el mismo cobre que se utiliza para las monedas brasileñas.
«Es un gran honor y una gran responsabilidad», afirma Victor Hugo Berbert, supervisor del proceso de elaboración de las 5.130 medallas olímpicas y paralímpicas, fruto del esfuerzo de un equipo de 80 personas. De este modo, cada trofeo que los atletas olímpicos fingen morder cuando posan ante la prensa tarda alrededor de 48 horas en terminarse.
Las medallas de los JJ.OO. de Río son las más sostenibles de la historia olímpica. Gran parte de la plata que contienen procede del reciclaje de espejos antiguos y de placas de rayos X, mientras que el oro utilizado está libre de mercurio, material que a menudo se emplea para separar el mineral del mineral y que contamina el ecosistema si no se elimina de manera cuidadosa.
La última vez que los atletas olímpicos ganaron medallas hechas de oro puro fue en los JJ.OO. de Estocolmo (Suecia), que se celebraron en 1912.