El joven artista francés Guillaume Legros, más conocido como Saype, pintó en cinco días una obra de 10 mil m2 sobre una colina suiza.
Para preservar la naturaleza, Saype sólo utilizó productos naturales y biodegradables, hechos con agua, harina, aceite de lino y sustancias naturales. Para realizar la obra, pulverizó esta mezcla con una pistola de pintura.
«Es un desafío técnico y físico. Si olvidas un bote de pintura, necesitas media hora para ir a buscarlo», señaló el artista, quien también tuvo que enfrentarse a otros imprevistos, como tormentas, la fermentación de la pintura, además de los agujeros de los topos, que le obligaron a reparar la cara del pastor.
Saype vive y trabaja en Suiza. Autodidacta, empezó a interesarse en la pintura a través del grafiti, con 14 años. Pionero de la técnica de pintura sobre hierba, una corriente artística entre el ‘land art’ y el grafiti, realiza desde 2013 gigantescos rostros efímeros en los paisajes.