Estudio dice que los bonobos regulan sus emociones como los humanos

Investigación realizada por científicos estadounidenses señala que los simios bonobos, consuelan a sus pares con conductas similares a las observadas en niños.

La conclusión llega luego de analizar una serie de filmaciones realizadas en un santuario de primates en la República Democrática del Congo, donde pudieron observar su vida social y cómo vivían sus propias emociones y su reacción a la de los demás. Los científicos encontraron que los bonobos (Pan paniscus), también llamados chimpancés pigmeos o chimpancés enanos, se recuperaban rápida y fácilmente de sus traspiés emocionales -como por ejemplo perder una pelea-, y mostraban empatía por sus compañeros angustiados, a quienes consolaban físicamente, abrazándolos, tomándolos en brazos, besándolos o acariciándolos.

Los investigadores señalan que en los niños, el control de las emociones es fundamental para una socialización saludable, una capacidad que depende sobre todo de un vínculo estable entre los padres y el niño. El mismo fenómeno se constató en los bonobos del santuario, donde un gran número de estos simios perdió a su madre asesinada por los cazadores. Así, y en comparación con los bonobos criados por sus propias madres, estos jóvenes primates huérfanos luchaban por controlar sus emociones, señala Zanna Clay, del Centro de Investigación Nacional de Primates Yerkes, de la Universidad Emory (Georgia, sureste de EEUU).

Según lo observado, a los que habían perdido a sus madres les costaba mucho más tiempo recuperarse emocionalmente. «Estaban muy molestos y gritaron durante varios minutos después de recibir un golpe, en comparación con los bonobos jóvenes criados por su madre, que solo lo hicieron unos segundos», señala Clay.

Los bonobos, tan genéticamente similares a los humanos como los chimpancés, son también considerados los más empáticos al igual que estos grandes simios. «Esto hace que la especie sea una candidata ideal para las comparaciones psicológicas», señaló Frans de Waal, otro de los investigadores del estudio. «Cualquier similitud fundamental entre los humanos y los bonobos probablemente se remonta a su antepasado común que vivió hace unos seis millones de años», añadió.

Agencias.