Debido a una antigua costumbre china, todavía se realizan este tipo de ceremonias buscando que el difunto esté feliz en el más allá
Minghun, es una tradición china, cada vez menos frecuente, que tiene que ver con un matrimonio pero no común pues ambos novios están muertos.
La costumbre surgió con la idea de casar a los hijos que perdieron la vida antes de casarse. Son matrimonios acordados entre las familias.
Pero un grupo de hombres decidió realizar unas cuantas de estas ceremonias con los cadáveres de mujeres que limpiaron para luego vender.
Los ladrones de cadáveres llevaban vendidos 10 cuerpos, aproximadamente, por un total de 38.000 dólares. Los sujetos fueron detenidos y se enfrentan a una condena de entre 28 y 32 meses de prisión, señaló el diario Xian Evening News.
Para quienes celebran esta costumbre, una persona no puede alcanzar la plenitud siendo soltero, por ello realizan esta ceremonia con el objetivo de que el difunto logre una vida feliz en el más allá.