Aunque HBO quisiera que Game of Thrones durara para siempre, este fin de semana anunciaron oficialmente que la serie terminará en su octava temporada, como ya muchos venían rumorando. El presidente de programación, Casey Bloys, se refirió al tema en un tour de prensa de la Asociación de Críticos de Televisión, como informa The Hollywood Reporter.
La respuesta de Bloys a la pregunta sobre el futuro de la serie resume de la mejor forma la situación: Los showrunners tienen un plan específico para el número de temporadas que quieren hacer, si pudiera hacer que hicieran más, los llevaría hasta las 10 temporadas, pero queremos seguir la idea que ellos tienen sobre cuál es la mejor versión que podemos hacer del show.
No hubo ninguna confirmación sobre la duración de la última temporada, así que por ahora podemos seguir especulando sobre la cantidad de capítulos, que no sería raro fueran los mismos o muy parecido- a los siete de la séptima temporada.
Este era el escenario ideal para la serie: HBO puede tener un año más de contratos de mercadeo usando la poderosa marca y los showrunner no tienen que alargar el show dañando su calidad. De hecho, llegar a una octava temporada, en un programa como este, es bastante destacable. Generalmente los shows que llegan tan lejos son de estructura caso de la semana, al estilo Supernatural o Bones.
Bloys también se refirió a la posibilidad de un spin-off’: Hemos hablado de ello, no es algo a lo que me oponga, pero tiene que tener sentido creativamente ( ) no hay planes concretos por ahora. Tal vez la forma más inteligente de mantener viva la marca sería regresar al pasado, con la revolución de Robert.