Tan pronto como nace el bebé, las enfermeras se lo llevan para asearlo y darle los cuidados necesarios, pero, aunque puede parecer algo totalmente normal y sobretodo recomendable, quizás haya algo que se nos escapa.
Aunque un bebé envuelto en fluidos maternos no sea lo más bello del mundo, puede que no retirarlos tan pronto como el bebé sale del vientre de la madre sea beneficioso para su salud dérmica.
El fluido blanquecino que recubre al bebé en sus primeros segundos de vida se llama vérnix casesosa, se compone principalmente de aceites naturales de la piel humana que ayudan y protegen la sensible piel del bebé.
Bacterias beneficiosas
En nuestra cultura obsesionada con las bacterias, a menudo olvidamos que algunas de ellas son beneficiosas para nosotros o en este caso para el bebé. Tal y como dice el doctor Ian Holman, encargado de pediatría y recién nacidos y profesor en la Universidad de Medicina de Nueva York:
Las bacterias de la piel con las que el bebé viene al mundo están ahí porque el recién nacido las necesita. La protección que crea la vérnix sobre la piel del bebé es algo que debería estar ahí. La idea de bañar todos al recién nacido no tiene mucho sentido en cuanto a su salud dérmica se refiere.
Algunas madres están teniendo esto en cuenta y se niegan a bañar a su hijo después del parto.
A medida que las investigaciones se ponen en marcha, la mayoría de las madres simplemente siguen su intuición cuando se encuentran ante la situación de bañar o no bañar a sus bebés.