Tom Currie, de 24 años, renunció a su trabajo para enfocarse en algo que él cree más productivo: jugar Pokémon Go todo el día.
En una entrevista con el periódico The Guardian, Tom Currie dijo que decidió dejar su empleo en Auckland para viajar por toda Nueva Zelanda durante dos meses y jugar el popular juego móvil disponible para dispositivos iOS y Android.
La meta de Currie de atrapar a todos y cada uno de los muñequitos en el juego de Nintendo ya lo ha llevado a capturar 90 de un total de 150 criaturas digitales. Atrapó, por ejemplo, al exótico Pokémon Dragonair en la cordillera de Kaikoura, dos impresionantes hileras de montañas en el noreste de la isla sur de Nueva Zelanda.
«Necesitaba tener una aventura. Llevo seis años trabajando y necesitaba un respiro. Y Pokémon me ha dado la oportunidad de alcanzar ese sueño», dijo Currie al periódico.
«Creo que la experiencia más excitante hasta ahora ocurrió en Sumner, Christchurch, que se ha convertido en un punto muy popular para los cazadores Pokémon«, continuó Currie. «Había alrededor de 100 personas capturando Pokémon allí y algunas de estas personas por lo general están encerradas en sus casas y son muy solitarias. Capturar Pokémon está haciendo que salgan al mundo real. Era un ambiente muy ajetreado y cuando alguien veía un Pokémon extraño, comenzaba a gritar para alertar a todos», concluyó.
Currie ha estado durmiendo en sofás o en dormitorios para mochileros mientras completa su objetivo. Sin embargo, su viaje ha despertado el interés de toda la nación. Hasta se le han acercado diferentes empresas de transporte en Nueva Zelanda que ofrecen llevarlo a partes remotas del país para que capture Pokemones raros.