La inyección anticonceptiva limita la producción de la hormona llamada progestina. Como consecuencia, impide la ovulación y espesa el mucus cervical para obstaculizar el ingreso del esperma. Esta medida anticonceptiva es muy efectiva, pero requiere de prescripción médica. ¿Quieres conocer más sobre ella?
Beneficios
El primer y más evidente beneficio de la inyección anticonceptiva es que elimina la necesidad y preocupación de tener que tomar la pastilla anticonceptiva todos los días. Además, permite tener sexo sin protección siempre y cuando sea con una pareja estable. Por otra parte, disminuye los calambres y el dolor menstrual. También reduce los riesgos de padecer enfermedad pélvica inflamatoria y cáncer de endometrio.
Riesgos
Los riesgos de quedar embarazada con la inyección anticonceptiva son bajos (3%), pero existen. Asimismo, el suministro de esta inyección puede tener efectos secundarios, tales como: dolor abdominal, acné, falta de apetito sexual, depresión, mareos, cefaleas, períodos irregulares, aumento de peso, debilidad y fatiga.
Información recomendada: Los métodos anticonceptivos femeninos.
Ten en cuenta que una vez que hayas terminado de suministrártela, tendrás que esperar 10 meses para volver a ovular. Antes de decidirte, lo más recomendable es que consultes a tu médico para averiguar si tienes problemas circulatorios o eres sensible a alguno de los componentes de la inyección. Pues, en cualquiera de estos casos, este método anticonceptivo está contraindicado.