A la hora de pensar en uno de los alimentos más tradicionales de la dieta básica aparecen casi de inmediato los huevos.
Quizás desde pequeño te has topado con esta interrogante pero no has podido encontrar la respuesta. Hasta ahora: ¿Cuál es la diferencia entre los huevos blancos y de color?
El sitio ABC, desde el blog especializado «The Kitchn», ha intentado profundizar en esta condición derribando algunos mitos y confirmando otras verdades.
Lo primero que es necesario aclarar es que el color de la cáscara de los huevos se debe principalmente a la raza de la gallina. En general, son las gallinas blancas las que ponen huevos de ese mismo tipo, y las marrones lo propio. O sea, simplemente con el color de la cáscara ya vamos conociendo algunas pistas sobre el origen de las gallinas.
Sin embargo, otro de los «mitos» tradicionales sobre ambos tipos son que los huevos de color tienen la cáscara mucho más dura y resistente. Falso. Este factor está más ligado con la edad de la gallina ponedora; mientras más joven, mayor será la contextura de la cáscara.
Pero, seguramente, la pregunta «madre» consiste en saber si los huevos de color son necesariamente más sanos y nutritivos que los blancos. O al revés. Pese a todo, la respuesta es un rotundo «no». No hay directa relación entre el color de la cáscara y la calidad.
Lo cierto es que los huevos de gallina son nutritivos, sabrosos, y sirven para una infinidad de recetas que ayudan a balancear tu dieta y te dan opciones diversas en la cocina.