Científicos de la Universidad de Ohio han determinado en un nuevo estudio que trabajar más de cuarenta horas a la semana podría derivar en serios problemas de salud para las mujeres, como mayores posibilidades de desarrollar cáncer, diabetes o enfermedades del corazón.
Al mismo tiempo, los investigadores afirman que las largas horas de trabajo ejercen un efecto opuesto en los hombres. La predisposición a esos tipos de problemas de salud parece ser significativamente menor en quienes trabajan muchas horas que en aquellos que trabajan menos. La única enfermedad a la que los hombres resultaron más propensos trabajando duro es a la artritis.
Los investigadores explican esa gran diferencia entre ambos géneros en el hecho de que las responsabilidades de las mujeres a menudo van más allá de sus actividades profesionales. Generalmente, las mujeres también se encargan del mantenimiento del hogar, lo que les añade estrés.
Para llegar a esta conclusión el equipo analizó unas 7.500 entrevistas concedidas a la Encuesta Longitudinal Nacional de Jóvenes en un período de más de 32 años.