Especialistas de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y la Universidad de Estocolmo (Suecia) han desarrollado un modelo matemático que arroja luz sobre por qué algunas personas tienden a ser malas y buenas, informa la revista ‘Science Daily’.
Inspirándose en los microorganismos que construyen colonias, los investigadores crearon un modelo innovador de la evolución social y determinaron por qué algunos individuos por naturaleza son más generosos que otros. El modelo permite entender de qué manera la bondad o la maldad puede ser influenciada por el instinto o por el entorno.
Los científicos descubrieron que el comportamiento de los individuos puede frecuentemente determinarse por un conjunto de tendencias genéticas heredadas que de forma exacta predicen las relaciones sociales y sus conexiones con otros miembros de la comunidad y con su entorno.
La conclusión principal a la que llegaron los biólogos en su estudio es que la mayoría de la gente es propensa genéticamente hacia uno u otro estilo de comportamiento. Sasha Dall, uno de los autores del estudio publicado y profesor de Ecología Matemática en la Universidad de Exeter, explica que «nuestro comportamiento es flexible y basamos lo que necesitamos hacer en lo que vemos al procesar la información sobre el entorno».
Sin embargo, sostiene el científico, «algunas especies durante sus actividades confían en las instrucciones heredadas», lo que permite llegar a la conclusión de que «las personas se comportan de forma diferente según las variantes genéticas con las que nacieron».