Un estudio británico sobre el café ha dejado a sus más fieles seguidores algo destemplados porque, ¿quién iba a pensar que dejar reposar el café en la refrigeradora iba a traer tantos beneficios?
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Bath, Inglaterra, demuestra que enfriar los granos de café mejora significativamente la reducción de la pérdida de masa y cuerpo del café.
El estudio también sugiere que si no disponemos de tiempo o ganas para molerlo cada mañana, el café elaborado con días de antelación y enfriado en la nevera guarda también las mismas propiedades, así que podemos afirmar que una taza de café frío guarda y mantiene mejor los aromas que una caliente y nos activa más por las mañanas al mantener toda su masa.