Japón es sin lugar a dudas la meca de la cultura popular a nivel mundial, con diversas representaciones de la singular visión del mundo del país oriental que han invadido occidente, en lo que calificaría como una de las invasiones estéticas más efectivas de la historia.
Sin ir más lejos, el submundo de las animaciones ha sido monopolizado los últimos 30 años por la influyente isla, la cual supo forjar a través de los siglos un verdadero imperio en base a un ejército implacable y la astucia de sus milenarios comerciantes.
Mucho antes de la llegada de Internet y las redes sociales, las cuales lograron reducir las distancias culturales entre naciones y permitieron a personas situadas literalmente en un mundo aparte, poder disfrutar de los mismos contenidos en simultáneo.
Creaciones como Transformers, Power Rangers, Tamagotchi y Pokémon marcaron a fuego a generaciones enteras, fascinadas por los colores de propuestas visuales que se encontraban a años luz de productos contemporáneos desarrollados desde occidente.
Corrientes como el manga, JPop, la influencia de barrios como Harajuku y Shibuya, y el arte contemporáneo japonés, son seguidas por personas de todo el mundo que se sienten atraídas por lo diferente.
Fue justamente esta peculiar perspectiva del mundo la que llevó al youtuber Mike Diva a crear un comercial que anticipa el triunfo del candidato republicano Donald Trump en las inminentes elecciones presidenciales de los Estados Unidos.
El video comienza en la habitación de una joven japonesa, al parecer una verdadera seguidora del controvertido magnate donde se puede ver, a través de las noticias en su televisión, que el conservador gana las elecciones, lo que lleva a la simpática adolescente de pelo azulado en un viaje lisérgico repleto de bosques con árboles cuyas copas tienen pequeñas cabezas de Trump en vez de flores.
En definitiva, las palabras no son suficientes para describir una sucesión de imágenes que hablan por sí solas.
El producto no es más que una creativa manera de explorar los miedos de todo un planeta al que le cuesta digerir un futuro con Donald Trump al frente del país y, sobre todo, del ejército más poderoso del mundo.