El arte del ‘padre sándwich’: un dibujo para cada merienda

David Laferriere lleva seis años dibujando en el envoltorio del bocata de sus hijos. Ayudado de sus rotuladores no repite ilustración y las inmortaliza en imágenes. Su éxito ha dado lugar a una exposición en la Central de Diseño del Matadero.

Puede que más de uno se hubiera comido su bocata más odiado (¿sobrasada, mantequilla con azúcar, foie-gras?) si en lugar de papel de aluminio hubiera ido envuelto en una bolsita con una divertida ilustración. Algo que el ilustrador David Laferriere hace todos los días para sus hijos.

Un día el almuerzo lleva un dinosaurio estampado; otro, la escena de un ratoncito desayunando; al siguiente, el retrato de uno mismo… Y así, cada mañana, la mano de este diseñador gráfico de Massachusetts dibuja algo distinto para sus niños Evan y Kenny: sonrisas, monigotes leyendo, hombres paseando mascotas, monstruitos, elefantes o pececillos, fantasmas, laberintos…

Incluso aprovecha las burbujas del plástico si para la escena le vienen bien. Hay tanto que hay de todo. Y es que no hay más que sumar: seis años, cinco días a la semana, más de mil dibujos y ni una imagen repetida… La imaginación ha quedado más que probada.

Seis años decorando el almuerzo

Este ilustrador gráfico lleva seis años, desde mayo de 2008, haciendo del rutinario ejercicicio matutino de preparar la merienda de sus dos hijos (hoy de 14 y 16 años) un ejercicio de arte, diversión, libertad, creatividad y cariño.

Comenzó usando colorantes naturales, pero enseguida se pasó a los rotuladores Sarphie que le daban el resultado que pretendía.

Los dibujos no han variado mucho desde que comenzó, lo que sí ha cambiado es la paleta de colores, ya que al principio únicamente empleaba el color negro y ahora usa casi todos.

Pronto también los inmortalizó en imágenes, creó una cuenta en Flickr y las fue subiendo. El éxito ha sido interesante: han sido vistas por más de un millón de personas.

El condecorado con el título Padre más guay del mundo tiene exposición en España: 65 imágenes de sus sándwich con arte ocupan la Central de Diseño del Matadero de Madrid desde el 28 de marzo. Una de esas historias que empiezan siendo una anécdota y acaban convertidas en un acontecimiento. Y aún más: hay otros padres que han empezado a imitarlo.